Allegro con batuta T2-1: La Ópera

En este nuevo episodio de Allegro con batuta, nuestro anfitrión, Iván López Reynoso nos platicará lo básico que debemos saber para adentrarnos en el mundo del bel canto. ¿Cómo funciona? ¿Cómo se cocina una ópera? ¿Qué es lo que hay que hacer para perderle el miedo a la ópera?

En un recorrido que va de Vivaldi, a Rossini, pasando por Puccini y Rossini, hasta cerrar con el gran Giuseppe Verdi y sus clásicos inolvidables como La Traviata, López Reynoso nos ayudará a comprender por qué la ópera fue en su origen y sigue siendo ese gran evento, tan similar al cine, y en el que coexisten y conviven todas las expresiones artísticas y culturales posibles.

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  • Anfitrión: Iván López Reynoso
  • Temporada: 2
  • Episodio: 1
  • Duración: 14:59
  • Etiquetas: #Ópera, #Verdi, #GiuseppeVerdi, #Rossini, #Puccini, #LaTraviata, #LaBohème, #ElBarberoDeSevilla, #AllegroConBatuta

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Transcripción

Allegro con Batuta

#PodcastCulturaUNAM
Segunda Temporada

Anfitrión: Iván López Reynoso

Capítulo 1: La Ópera

Intro: La ópera es un gran evento, un gran acontecimiento y se le consideró lo que podría ser para nosotros ahora el cine, un evento en el que coexisten y conviven todas las expresiones artísticas y culturales posibles.

Rúbrica: Una partitura no es una pieza de museo, no es un monumento inalterable, no es un recuerdo estancado. Una partitura se toca, se platica, se escucha. Allegro con Batuta. Un pódcast de perspectivas y análisis sobre el panorama musical y artístico. Con Iván López Reynoso. CulturaUNAM.

[Suena música de piano]

[Habla Iván López Reynoso]: Amigos y amigas que están escuchando este episodio, les doy la más cordial bienvenida y les agradezco muchísimo su tiempo y su preferencia, yo soy Iván López Reynoso y este es su pódcast Allegro con Batuta, que inicia en este 2022 una nueva temporada. Gracias por seguirnos escuchando, gracias a CulturaUNAM por la difusión y, desde luego a ustedes, principalmente por su interés.

Este nuevo episodio, amigas y amigos, está centrado en un tema que es para mí fundamental, que es uno de los motores más importantes de mi vida y de mi carrera, la ópera. ¿Cómo funciona? ¿Cómo se cocina una ópera? ¿Qué es lo que hay que hacer para perderle el miedo a la ópera?

Amigas y amigos, estoy cada vez más convencido, seguro y defiendo este punto de vista, de que la ópera es el espectáculo (creado al momento) más complejo y fascinante, completo, expuesto, riesgoso y atractivo, dentro de las expresiones culturales. ¿A qué me refiero con esto? La ópera es la mezcla, la conjunción, la sinergia de las expresiones culturales artísticas emotivas y humanas que ustedes se puedan imaginar: música, literatura, teatro, danza, artes visuales, artes plásticas; hay escenografía, vestuario, iluminación; hay todos los elementos que se les puedan ocurrir, creándose en ese momento, para el público que lo está disfrutando.

Desde luego, esto lo hace también un espectáculo con un alto grado de riesgo, ustedes piensen que hay muchísimos factores interviniendo a la hora de la cocción de este magno acontecimiento: está la orquesta en el foso, con su director concertador; está el coro en el escenario, con muchísimas voces coexistiendo simultáneamente; el grupo de cantantes solistas, que cada uno tiene un personaje que interpretar, crear, darle vida; está ejerciendo también el factor de los técnicos, que están coordinando todo el texto escénico, escenográfico, visual, de vestuario, de iluminación… Es decir, un gran equipo de trabajo que está haciendo posible que esto se lleve a cabo, cualquier cosa puede pasar y eso es lo que hace que la ópera sea tan emocionante.

Pocas experiencias, amigas y amigos, son para mí como director de orquesta tan emocionantes, tan enriquecedoras, como hacer una función operística. ¿Qué pasa con la ópera que se le tiene respeto, por no decir miedo? Yo prefiero utilizar esa palabra, o también me gusta pensar que hay ciertos elementos y ciertas ideas que, a lo mejor, hacen que no tengamos la oportunidad de darnos esa experiencia y vivir esa experiencia. La ópera, como ustedes saben, amigas y amigos, es el espectáculo que se trata de contar una historia cantándola con música en vivo.

Amigas y amigos, la ópera puede ser tan antigua como la música misma, es una de las primeras expresiones escénico-artístico-musicales de las que se tiene registro. La ópera nace en Italia, la ópera es un gran evento, un gran acontecimiento y se le consideró lo que podría ser para nosotros ahora el cine, un evento en el que coexisten y conviven todas las expresiones artísticas y culturales posibles. Todos los grandes compositores de la historia de la música o, por lo menos casi todos (ahora hablaremos de alguna excepción) han incursionado en este género tan emocionante y tan rico. Desde Vivaldi, Rameau, Händel, en los barrocos; como Mozart, Gluck, en los clásicos; Mendelssohn, Beethoven, en los románticos; la gran ópera italiana del siglo XIX, con Verdi, Puccini, Rossini, Donizetti, Bellini; la ópera alemana con Carl Maria von Weber, con Richard Wagner, con Richard Strauss; la ópera francesa con Hector Berlioz, con Charles Gounod, con Jules Massenet; es decir, todos los grandes compositores de la historia de la música han sucumbido ante los encantos de la ópera. Si bien es un arte complejo, es arte muy atractivo también.

¿Cuáles son los compositores que no se atrevieron o que no quisieron o que no tuvieron la oportunidad de escribir óperas? Varios, de los más famosos por ejemplo, Johann Sebastian Bach, fundamental compositor de la época barroca, un eslabón fundamental en la evolución de la escritura musical, no tiene óperas, tiene mucha música vocal, tiene oratorios, el magnífico Oratorio en Navidad, por ejemplo. Tiene misas, Misa en Si menor, tiene un Magnificat, tiene pasiones, pero no tiene óperas.

Otro compositor, un caso extraño, Johannes Brahms, alemán, fantástico compositor, pilar del Romanticismo, por muchos considerado el heredero del gran lirismo orquestal de Beethoven, evolucionándolo hacia la transición romántica por completo, tampoco tiene óperas. Son casos curiosos.

Uno más, que fue un gran director de ópera, Gustav Mahler, no tiene óperas en su catálogo. Son casos curiosos, Gustav Mahler, por ejemplo, director de orquesta, excelso compositor y gran director de ópera, no tiene entre sus composiciones una, es un dato importante.

Amigas y amigos, el espectáculo operístico tiene tantas facetas, colores, variedades, texturas, como se puedan imaginar. Hay óperas románticas, que cuentan historias de amor, historias que nos atraen, que nos seducen, que nos enamoran, que nos cautivan… Les pongo por ejemplo, La Bohème, de Giacomo Puccini.

[Suena fragmento de La Bohème, de Puccini]

Es en mi opinión una de las ideales para iniciar a explorar el repertorio operístico. La Bohème narra la historia de amor entre Rodolfo y Mimí, con un segundo cuadro de amor igualmente atractivo e importante entre Marcello y Musetta; además de los amigos bohemios Schaunard y Colline. La historia de Rodolfo y Mimí está envuelta con mucha ilusión al inicio y con mucha tragedia, el final. Es una ópera con música fantástica, expresiva, intensa; es una ópera que se pasa rápidamente, a pesar de durar dos horas. Es en mi opinión una de las obras ideales para empezar a explorar en la aventura operística. La partitura de Puccini está colorida, constantemente retratando los estados de ánimo los personajes y con un manejo superlativo de la emoción.

En la partitura de Puccini, amigas y amigos, constantemente encontramos referencias al frío, a la nieve, al motivo musical de los cuatro personajes principales; es en verdad una ópera que merece la pena.

Pero así como hay tragedia en la ópera, también hay comedia. Otra de mis recomendaciones, de las óperas que yo más he disfrutado hacer en mi carrera, es El Barbero de Sevilla, de Rossini.

[Suena motivo sonoro de El Barbero de Sevilla, de Rossini]

Estoy haciendo un giro muy drástico, puesto que Puccini es tal vez, la parte más romántica, más emotiva, mas desgarradora de la ópera y, por el otro lado, Rossini con su Barbero de Sevilla nos transporta a un mundo cómico, fársico, de diversión, de enredos, con este factótum, Fígaro, que es un hombre mil usos, que está en Sevilla, ayudando al Conde Almaviva a conquistar a la joven Rosina que está custodiada por el tirano, viejo, Don Bartolo. Con música chispeante, de principio a fin, con una trama ligera, bien resuelta, con un libreto brillante, alucinantemente divertido para todos los que están en el teatro, Rossini escribe una de las grandes obras maestras de la época belcantista; el bel canto, que es uno de los momentos más importantes de la historia de la ópera.

El bel canto, traducido literalmente como “el canto bello” es una época en la que los compositores daban absoluta prioridad y virtuosismo a la línea vocal. De esta forma, se escribían los que solemos conocer como “juegos pirotécnicos de la voz”, las arias más complejas, más emocionantes, más virtuosas, más brillantes, del repertorio operístico del siglo XIX.

Les recomiendo pues, que hagan esta comparación entre La Bohème, de Puccini, y El Barbero de Sevilla, de Rossini, dos óperas muy contrastantes no separadas necesariamente por una gran cantidad de años, entre una y otra, pero que sí pasaron muchas cosas en esos años. Y una de las cosas que pasaron en esos años es otro de los genios de la ópera italiana, Giuseppe Verdi. ¿Quién no ha escuchado las melodías de Giuseppe Verdi?

[Suena motivo sonoro de “La donna è mobile” de Verdi]

“La donna è mobile”, “El Brindis” de La Traviata, el “Va, pensiero” de Nabuco. Verdi se convirtió en un pilar de la sociedad italiana, es un elemento fundamental de la historia de la música para entender la transición hacia ese orgullo patriótico reflejado en las partituras.

Verdi es una especie de rockstar, amigas y amigos, tan era un rockstar que el estreno de su ópera Otelo, una de sus últimas partituras, escrita después de un considerable periodo de pausa fue recibida como si se tratara del estreno más importante de Hollywood, en nuestros días. Celebridades, calles cerradas, el público abarrotado de fans, de gente, deseando ver uno de los éxitos más importantes de la historia de la ópera. Giuseppe Verdi, amigas y amigos, es uno de los compositores que yo más admiro, que más he estudiado y que más me gusta trabajar.

Les recomiendo ampliamente La Traviata, una de sus óperas más emblemáticas y ejemplares.

[Suena motivo sonoro de La Traviata de Verdi]

La Traviata que logra con una maestría inigualable retratar a una mujer, a una cortesana, a una joven que está deseando con todas sus fuerzas vivir, cambiar su vida, enamorarse, entregarse al amor; rechazando una sociedad que la juzga, que la señala con el dedo. Una historia fundamental en sus tiempos y en nuestros tiempos.

La Traviata, de Giuseppe Verdi es, probablemente, una de las óperas más actuales que se han escrito. Esa historia que Verdi, tan genialmente escribió en el siglo XIX, podría estar fácilmente todavía sucediendo hoy.

Amigas y amigos, enamorarse de la ópera es muy fácil, ir a la ópera es una oportunidad que les recomiendo de verdad que se den. En estos momentos, en el siglo XXI, en 2022, ir a la ópera significa también, amigas y amigos, ir a ver una película, con la diferencia de que la película, ya está filmada, editada y construida para todos ustedes, y lo opera no. La ópera será presentada para ustedes y cocinada al momento, si bien, claro que hay un proceso de ensayos muy intenso, del cual hablaremos próximamente, en otro episodio, la ópera en el momento en el que se levanta el telón es cuando cobra vida.

Amigas y amigos, estos son pequeños ejemplos que espero que ustedes en algún momento disfruten, si tienen alguna otra preferencia, es decir si, ustedes les gusta ir al cine y ver una película de terror, los invito a ver The Turn of the Screw [Otra vuelta de tuerca] de Benjamin Britten; si ustedes prefieren una historia más chusca, les invito a ver, por ejemplo, El turco en Italia, de Rossini; si a ustedes les gusta Disney, les gustan los cuentos de hadas, les invito a ver La Cenicienta, de Jules Massenet. Óperas habrá siempre para todos los gustos, así como seguirá habiendo música también para todos los gustos. Amigas y amigos, este fue el nuevo episodio del pódcast Allegro con Batuta, centrado en la ópera, un género apasionante, y del cual he abordado un poco, solamente, con la intención de que ustedes puedan después descubrir y profundizar en este fascinante universo. Yo soy Iván López Reynoso, nos escuchamos la próxima.

[Suena música de piano]

Rúbrica: Una partitura no es una pieza de museo, no es un monumento inalterable, no es un recuerdo estancado. Una partitura se toca, se platica, se escucha. Allegro con Batuta. Un pódcast de perspectivas y análisis sobre el panorama musical y artístico. Con Iván López Reynoso. CulturaUNAM.

Allegro con batuta

Analizaremos el futuro y la actualidad de la música clásica con los ojos de las nuevas generaciones. Platicaremos sobre las propuestas, las vertientes, las alternativas y los factores que intervienen en la reinvención y renovación de las actividades artísticas escénico-musicales. ¿Qué finalidad tiene un concierto? ¿Para qué sirve la música clásica? ¿Está vigente? Estas son algunas de las preguntas que nos plantearemos juntos y que intentaremos contestar en estas sesiones de análisis y reflexión.

Iván López Reynoso

Iván López Reynoso

Anfitrión

Considerado una de las batutas jóvenes más importantes de la actualidad, ha dirigido en países como México, Perú, España, Alemania, Italia y Omán. Es director asociado de la OFUNAM y principal director invitado de la Oviedo Filarmonía en España. Su versatilidad lo ha llevado a dirigir música sinfónica, danza, ballet, espectáculos multidisciplinarios y más de 30 óperas. Colabora frecuentemente con orquestas de prestigio y con artistas como Javier Camarena, Brigitte Fassbaender e Ildar Abdrazakov, entre otros. Es el primer director mexicano en haber participado en el Rossini Opera Festival de Italia, y se convertirá en el primero en dirigir en el Teatro Real de Madrid en enero de 2021.

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