Con/vers@s 5: Planes

¿Qué es hacer planes en medio de lo que parece el fin de una pandemia global?. Con la aparición de las vacunas, en muchos países del mundo, llega la esperanza de salir. De volver al afuera, de reencontrarse con otros y de afrontar situaciones en las que ya no pensábamos durante el confinamiento. A través de un recorrido literario que va de Shakespeare a El Padrino de Mario Puzo, pasando por la obra del genial Kafka, nuestra anfitriona Rosa Beltrán nos explica por qué muchas de las grandes obras literarias se construyen a partir de la expectativa de unos planes, planear el futuro.

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  • Anfitriona: Rosa Beltrán
  • Episodio: 5
  • Duración: 9:47
  • Etiquetas: #Planes, #Kafka, #GabrielGarcíaMárquez, #RomeoyJulieta, #Shakespeare, #RosaBeltrán, #Pandemia, #Con/vers@s

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Podcast Con/vers@s

Capítulo 5: Planes

Anfitriona: Rosa Beltrán, escritora y directora de la Casa Universitaria del Libro UNAM (CASUL)

Introducción.

Rúbrica. CulturaUNAM presenta. No se trata sólo de lo que tenemos que decir. Es también todo lo que tenemos para escuchar. Somos lo que conversamos. ¿Conversas? Una rosa es una rosa es una rosa. Con/vers@s. Un podcast de la Casa Universitaria del Libro. Con Rosa Beltrán.

[Entra música de piano]

[Habla Rosa Beltrán]: Planes. Con la aparición de las vacunas, en muchos países del mundo, llega la esperanza de salir. De volver al afuera, de reencontrarse con otros y de afrontar situaciones en las que ya no pensábamos durante el confinamiento.

Parecería que se abre una rendija hacia el futuro y por lo tanto a la esperanza. Planes, el mundo comienza a hacer planes. Uno de los mecanismos más comunes cuando una rendija se abre, ya sea realmente o a través de la imaginación, consiste en imaginar futuros posibles. ¿Qué planes tienes tú para cuando acabe esta pandemia?

En suplementos de periódicos y revistas han empezado a aparecer algunos y parecen ser comunes en todas partes del mundo. Desde ir a la estética a pintarse el pelo y hacerse un corte radical; hasta acudir sin miedo a bares y restaurantes, a antros, a abrazar a los amigos, que hace más de un año no vemos; tomar aviones y viajar a lugares ignotos; ir a teatros y conciertos, a librerías; o ir comprarse zapatos y ropa, de la que se usa de la cintura para abajo, fuera del ZOOM.

Sin planes no podremos vivir. Los seres humanos vivimos esperanzados en lo que ocurrirá. Nos causa curiosidad saber qué traerá el mañana, qué nos depara. Tengamos la edad que tengamos, estemos en la circunstancia en la que estemos, la promesa del futuro es lo que da sentido al hecho de estar vivos.

En buena medida la literatura está hecha de planes. Leer consiste creer en la expectativa de esos hechos futuros, que se nos ha prometido, y que conoceremos a lo largo de la historia. No importa que lo que se cuenta haya sucedido tiempo atrás, respecto de ese otro tiempo de las primeras líneas o de nuestro momento histórico. Tarde o temprano se llegará a esos eventos que se vislumbran y para eso leemos, aspirando a conocer esas respuesta que se adivina en el inicio de un cuento o una novela, o en lo que se promete líneas después. A esto se le llama anticipación. Hay frases que son muy claras respecto de lo que vendrá y esto hace que los lectores nos interesemos más en conocer la forma en que se cumplirá esa promesa que se abre. A veces, la promesa está dada entre líneas y no de modo explícito. Por ejemplo, en Romeo y Julieta, los amantes declaran que prefieren morir a vivir uno sin el otro… ya nos imaginamos qué planes tiene. Pero en otras obras la promesa aparece desde las primeras líneas de la narración: “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo.”

Por supuesto que como lectores, desde la apertura, anhelamos conocer ese encuentro. Otro tipo de promesa es la de Cien años de soledad, esa novela portentosa de Gabriel García Márquez: “Muchos años después frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía, había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.” Muy bien, sabemos que lo fusilarán pero cómo morirá el coronel y por qué. En ese principio magistral, uno de los más conocidos en la literatura y en nuestra lengua, hay dos promesas simultáneas: la de conocer las circunstancias que rodearon el fusilamiento del coronel Buendía y la del tiempo en que su padre lo llevó a conocer el hielo.

Hasta las criaturas más frágiles y amenazadas tienen planes. Gregor Samsa, que ha amanecido vuelto escarabajo, tiene sin embargo el propósito de llegar, cueste lo que cueste, a su trabajo. La literatura romántica, así como la de misterio y de terror, está llena de esas frases anticipatorias que describen tormentas inminentes, cambios en las señales de la naturaleza, algún hecho extraordinario o extravagante, que resulta siempre un presagio. La literatura romántica es siempre presagiosa. En la literatura policiaca, en cambio, el futuro está dado por pistas falsas, pues este generó en buena medida se basa en el hecho de hacer promesas y traicionarlas. La literatura policiaca está llena de fake news, es cierto. Y un autor de este género vence en la medida en que sus lectores se engañan.

En casi toda obra literaria hay indicios del cumplimiento de los planes de los autores para sus criaturas, por sutiles que estos sean. Cuando los personajes parecen no tener el menor atisbo del plan, las escritoras, los escritores, utilizan cambios en la percepción de la realidad, de un ambiente, del tiempo, o incluso cambios de humor del personaje, para alertarlos de un futuro.

Un ejemplo clásico en la obra de Harper Lee, Matar un ruiseñor, dice: “La noche estaba tranquila, podía oír su respiración cerca de mí. De vez en cuando se levantaba una brisa suave que golpeaba mis piernas desnudas, pero era todo lo que quedaba de la noche con viento fuerte que se esperaba. Era la calma antes de la tormenta.”

Hay frases que se leen como una advertencia. La calma y que no ocurra nada en la literatura es todo lo contrario que en la realidad. Grandes acontecimientos se aproximen ahí, donde parece que no sucede cosa alguna. En la literatura no puede no ocurrir nada, la obra se termina cuando el autor y el personaje dejan de planear. Una forma común de anticipar el plan en “la autoficción”, esa nueva forma de llamar la autobiografía, consiste en hablar de un aprendizaje. Por ejemplo, la novela Las reglas del juego de Amy Tan en dice: “Yo tenia seis años cuando mi madre me enseñó el arte de la fuerza invisible. Era una estrategia para ganar discusiones, respeto de los otros y, además, partidas de ajedrez.”

Por supuesto que nosotros como lectores querríamos saber cuáles son las reglas para dominar el arte de la fuerza invisible. Leemos esa novela para conocer los planes. En el guion cinematográfico, por lo regular, el personaje protagónico tiene un objetivo externo que en realidad obedece a su objetivo interior. Por ejemplo, Vito Corleone, en El Padrino, tiene como objetivo externo dominar a la mafia neoyorquina, llegar a donde no llega el poder del estado y aplicar una justicia que obedece sólo a su moral: “Voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar.” Ésa es la frase emblemática del libro de Mario Puzo que se repite en la película de [Francis Ford] Coppola.

El objetivo interior de don Corleone, sin embargo, es erigirse como el patriarca absoluto, ser venerado, tener el control. Así pues, en el cine casi siempre los personajes tienen un objetivo interno y otro externo. En cierta forma podríamos decir que lo mismo ocurre en la literatura. Y tú, que estás a un paso de salir de este confinamiento global, qué planes tienes en mente. ¿Cuál es tu objetivo externo y, si te has detenido a pensarlo, obedece a algún objetivo interno, secreto, que quizá tú mismo o tú misma aun no hayas podido descubrir?

CulturaUNAM presentó.

UNAM

[FIN]

Con/vers@s

La literatura es el terreno en que se depositan y florecen los sentimientos atemporales. Los miedos, sueños y deseos por los que hemos transitado y que se presentan de modo recurrente en cada época aparecen inevitablemente en las grandes obras de ficción que visitamos como manuales de sobrevivencia y retratos hablados del alma humana. Este pódcast trae al presente las emociones y experiencias que las personas de distintos tiempos y culturas hemos compartido en momentos cruciales de la historia y las hace dialogar con aquellas otras que enfrentamos en esta extraña época de pandemia.

Rosa Beltrán

Rosa Beltrán

Anfitriona

Novelista, cuentista, ensayista, cronista, fundadora de varias colecciones literarias, entre ellas Sólo cuento (10 vol.), Crónica y El Ensayo. Es autora de novelas como La corte de los ilusos (Premio Planeta 1995), El paraíso que fuimos, Alta infidelidad, Efectos secundarios y El cuerpo expuesto. De los volúmenes de cuentos: Amores que matan y Cuentos darwinianos y del libro de ensayos Verdades virtuales. Ha sido traducida al inglés, francés, italiano, holandés y esloveno. Ha sido merecedora del reconocimiento de la American Association of University Women (AAUW), del Premio Universidad Nacional para Jóvenes Académicos en el área de Creación y del Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz por la UNAM. Es miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua y codirige el programa Contraseñas para Canal 22. Hasta 2019 fue directora de Literatura y ahora es directora de la Casa Universitaria del Libro, UNAM.

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