Corriente alterna T2-10: Bailar salsa al son de la resistencia

En este capítulo del podcast Corriente Alterna nos adentramos en el mundo de la sala, la rumba y los ritmos afroantillanos pero desde un enfoque antirracista y decolonial, a través de la visión del proyecto Encuentros de Melómanos sobre salsa antirracista, proyecto creado en 2018 por la socióloga y salsera Astrid Cuero Montenegro.

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  • Anfitriones: Paolo Sánchez
  • Temporada: 2
  • Episodio: 10
  • Duración: 28:01
  • Etiquetas: #BarTravesura, #AstridCuero, #NoLePegueALaNegra, #Pandemia, #Covid19, #Yambeque, #Cuba, #PuertoRico, #Caribe, #BadBunny, #RayBarreto, #JohnnyPacheco, #TitoPuente, #EddiePalmieri, #HéctorLavoe, #IsmaelRivera, #LaLupe, #CeliaCruz, #WillieColón, #RubénBlades

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Corriente Alterna

TRANSCRIPCIÓN

 

Temporada 2

Capítulo 10. Bailar salsa al son de la resistencia

Locución: Paolo Sánchez

 

[Música rumba de fondo]

 

[Habla Paolo Sánchez]: Las luces amarillas aún están encendidas, la música ya suena, pero las mesas apenas comienzan a ocuparse. Astrid Cuero toma la iniciativa y saca a bailar a uno de los primeros asistentes. Es el principio de una noche de rumba, pero también de lucha a través del arte.

 

[Habla Astrid Cuero]: Te pedimos déjanos en paz que tú sos blanco, que yo soy negro, que todos son blanco, que yo soy negro, no importa el color de la piel, la sangre son colora…

 

[Entra cortinilla de entrada]

 

Rúbrica: Bienvenides a Un Mundo Raro, postverdad, postpandemia y postpatriarcado.  Una producción de Radio UNAM y la Unidad de Investigaciones Periodísticas de Cultura UNAM.

 

[Ambiente sonido de ciudad]

 

[Paolo Sánchez]: Enclavado en “la Doctores”, una colonia popular del centro de la Ciudad de México, el Bar travesura, un pequeño local que irradia desde su interior intensos colores neón, es la sede de uno de los encuentros de melómanos sobre salsa antirracista, proyecto creado en 2018 por la socióloga y salsera Astrid Cuero Montenegro.

[Música bongos de fondo]

En estos eventos se baila al compás de la salsa y, entre canción y canción, se recuperan historias, vidas y obras, memorias sobre resistencias y contextos en que tuvieron lugar consignas salseras como “No le pegue a la Negra”, “Sangre son colorá” o “Justicia verán en el mundo los desafortunados”.

[Ruido de gente y empieza a sonar música de salsa]

Antes de iniciar el baile, los pocos asistentes que han llegado solo conversan en sus asientos, mientras un olor a copal recorre los rincones del pequeño recinto. El ambiente, adormecido; el piso, marcado por las huellas de previas batallas. La timidez no se aplaca con las primeras percusiones.

[Astrid Cuero]: Yo veo que a la gente de entrada le da un poco pena a veces bailar, ¿no? Porque yo sí creo que bailar implica, digamos, romper con esa represión y vergüenza con el cuerpo propio, ¿no? No tanto con el otro, sino con el propio ¿no? Incluso bailar, la gente más racional lo ve como ridículo, como que estás haciendo el ridículo y en realidad es un ejercicio simplemente de libertad. Entonces, para mí, digamos, invitar a la gente a bailar es como invitarla a eso, a que se relaje a que deje como la vergüenza con su propio cuerpo, con el cuerpo del otro y a que disfrute ¿no?

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: Pasados los minutos algunas parejas se animan a bailar. El pequeño salón se sumerge en las abrasadoras exhalaciones del trombón y la tuba, los afanosos repiques del timbal y los bongoes, y el titicó de las campanas.

De pronto, sin aviso previo, el sandungueo es interrumpido de golpe. Astrid toma el micrófono para presentar las siguientes canciones.

[Astrid Cuero]: Dos canciones muy bonitas, muy potentes pa bailar (indistinguible). Bueno, “Yambeque” de la Sonora Ponceña que es por un lado la reivindicación de toda la afrodescendencia en el Caribe, particularmente en Cuba y Puerto Rico.

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: En el público hay ojos y oídos atentos a las palabras de Astrid, algunos fueron expresamente a escucharla, otros llegaron por accidente; hay también quienes, acumuladas las horas en la fiesta, esperan de ésta sus dinámicas habituales. Cuando la algarabía que sucede al baile quiere apoderarse del entorno, los melómanos más comprometidos acallan las conversaciones ajenas

[Astrid Cuero]: Gracias, gracias, gracias por la escucha. Una reivindicación de la espiritualidad africana, de ese Yamba Ecue, Ecue-Yamba-O que significa Dios lo hace parte de la religiosidad de la sociedad secreta abakuá. Sarabanda es la deidad, aquí se nombra Sarabanda en esta canción, que es la deidad principal de esta religiosidad, este culto al leopardo, ¿no? Esto tiene una influencia muy fuerte de la inmigración haitiana en Cuba, sobre todo en la región de Guantánamo, ahí hubo una inmigración haitiana muy fuerte en Cuba y eso influenció ya la religiosidad afrocubana que tenían allí, digamos, los esclavizados africanos, pero esa influencia haitiana fue fundamental. Y, bueno, es una reivindicación también de que la rumba tiene ese origen africano. Esta canción dice que “mi rumba sí es africana” y también hay una reivindicación un poco romántica que dice que ¿si no me quieres pa’ que me lloras?

[Paolo Sánchez]: Cuando el mensaje así lo amerita, se dejan oír las interpretaciones a capella.

[Ruido ambiente Bar Travesura]

[Astrid Cuero]: Yamba, yambeque, yambeque, mueve los pies, yamba, yambeque, mi rumba sí es africana.

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: Terminada la escucha con actitud sentipensante, tal como Astrid la nombra, las acciones se reanudan.

El lugar congrega a mucha gente en razón de muchas cosas, pero una de las más importantes es la rumba y la salsa.

[Habla José Luis Rubio]: Mis padres eran rumberos, rumberos viejos del legado cubano: sonora matancera, Miguelito Con I, Roberto Faz, Miguel Matamoros, Benny Moré, pa’ qué te cuento…

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: Habla José Luis Rubio, músico, activista y bailarín metido, tal como él cuenta, en la rumba de la vida.

[José Luis Rubio]: La salsa, a diferencia de otros movimientos musicales, tiene letra, tiene un contexto y te cuenta historias del barrio, te cuenta historias de la ciudad, te cuenta historias de la familia, te cuenta historias personales, no solamente se desgasta en amor y desamor. La salsa es política.

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: Carlos Ventura es otro apasionado entre los asistentes a este evento.

[Habla Carlos Ventura]: Yo me dedico a trabajar en una ONG de construcción de paz y derechos humanos y pues nada, me gusta muchísimo bailar. Hace, hace muchos años pertenezco a varios grupos de baile y uno de los grupos que más me gusta es el grupo en que bailamos salsa y todos somos como personas de la diversidad sexual, porque eso también me parece que es otra intersección interesante, ¿no?

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: Para Astrid y Balam, Dj de los encuentros, el gusto por la salsa proviene del origen, del contexto y el barrio.

[Astrid Cuero]: Pues, eh, bueno, pues  la salsa para mí es pues una cosa como muy familiar, muy de barrio el contexto, porque bueno, yo soy de Cali, Colombia que pues nos hemos impuesto ese remoquete de que somos dizque la capital mundial de la salsa. Y bueno, mi familia, mi mamá y mi papá pues sí venían, digamos, de un contexto muy salsero, ¿no? O sea, ellos vivieron su juventud en la década de los setentas y los setentas en Cali,  fue cuando llegó todo este fenómeno pues de la salsa ¿no? de la salsa brava, sobre todo, el fenómeno de Nueva York, pero también, por ejemplo, mucho de Puerto Rico. La salsa ha sido una música muy dominante y parte de la identidad pues de la ciudad y sobre todo de la gente de los barrios populares, de la gente obrera, ¿no? De toda esa gente de sectores populares.

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: Para DJ Balam, el rumbo y el ritmo se identifican, según la zona donde se escuche.

[Habla DJ Balam]: Bueno pues, eh, yo, digamos que de la manera en la que me comienza a gustar la salsa tiene que ver también con esa parte del lugar de origen, ¿no? De dónde venimos, ¿no? Yo soy de Ecatepec. Siempre he vivido aquí, he crecido y me he desarrollado aquí, ¿no? Y así como en varios espacios de la Ciudad de México y la periferia, lo que se escucha por lo regular es salsas, cumbias, este, bueno, en esos años de más atrás ¿no?. Ahorita ya escuchas banda, reggaetón, todo ello ¿no? Pero siempre en algún lugar para, no sé, para ponerte a ser tu quehacer ponías salsas y cumbias.

[Música salsa de fondo]

[Paolo Sánchez]: La salsa nació en las décadas de los sesenta y setentas en Nueva York, territorio tan misceláneo como el propio género. La incursión de este movimiento en la escena musical se derivó de enormes procesos migratorios y convergencias culturales propiciados a su vez por importantes sucesos sociopolíticos como el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y el posterior embargo estadounidense a la región caribeña.

Este estilo, hoy establecido y distinguible, se caracteriza por la fusión de ritmos y armonías afrolatinas precedentes como la rumba, el son cubano, el danzón, el mambo y elementos del jazz norteamericano.

Los compases caribeños causaron alto impacto en una región lejana a la cultura y costumbres latinas incorporándose a los sextetos, charangas, conjuntos y big bands organizadas en Estados Unidos, pero con público de todo el continente americano.

Han sido destacadas figuras en la génesis salsera: el boricua Ray Barreto, Johnny Pacheco, Tito Puente, Eddie Palmieri, Héctor Lavoe, Ismael Rivera, la Lupe, Celia Cruz, Willie Colon o Rubén Blades.

[Música salsa de fondo]

En la desgastada pista del Bar travesura los pasos se amoldan con paradójica física a un espacio en el que parecieran no tener cabida. Pasada apenas una hora del inicio del evento, ya hay seis parejas que se animan a bailar, tras dos horas, ya son 10. La estrechez del salón, iluminado con luces amarillas, batalla por contener dentro de sí los cadenciosos movimientos. Las extremidades se enredan y desenredan, los tacones taladran la loseta y las parejas chocan unas con otras.

[Habla Shanery Damián]: Es un espacio pequeño, pero también como respetamos nuestros cuerpos, ¿sabes? Los roces no son como estos roces como de: “quítate”, sino como de “ah, nos tocamos, qué padre”, ¿no? Como los movimientos también. Entonces está padre que sea un lugar pequeño porque hay más conexión.

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: Habla Shanery Damián, mujer estudiante, proveniente de la costa chica oaxaqueña que asiste por primera vez al encuentro.

[Shanery Damián]: Creo que si hay mucho más espacio cada quien vive en su momento y su espacio, no fluye como esa conexión, entonces como que todas estamos abrazadas como… Va a sonar raro o chistoso, pero es como la esta lata de sardinas: todos apachurraditos, pero estamos bien acomodaditos y fluimos súper bien.

[Música salsa de fondo]

[Paolo Sánchez]: Algunos de los presentes que gozan, se divierten y descubren las honduras de un género que dice mucho más de lo que se piensa, viven la experiencia del encuentro por vez primera, como Shanery; otros quizá por segunda o tercera, algunos más son religiosos asistentes de los encuentros de melómanos, ceremonia que Astrid ideó e implementó 5 años atrás y que resiste hasta la fecha.

Astrid Yulieth Cuero Montenegro es una mujer afrocolombiana, feminista, antirracista, nacida en Cali, Colombia. Socióloga interesada desde los primeros momentos de su formación académica en las reivindicaciones afrodescendientes. Ponente y organizadora de cursos y talleres sobre afrofeminismo, racismo, sexismo, salsa antirracista y miradas decoloniales.

[Astrid Cuero]: Y bueno, para mí la sociología sí fue la puerta de entrada como a la militancia política. Yo entro como en el 2002 a la universidad y más o menos como en 2005 hago esa transición a un grupo afro, que se llamaba El Caube, que es el grupo afrocolombiano de la Universidad del Valle y ahí ya comienzo a trabajar más los temas, digamos, de reivindicación afrodescendiente y de antirracismo, ¿no? Y comienzo un poquito, pero muy por encima, a involucrarme como con temas de la descolonialidad, pero era todavía muy superficial, era sobre todo como reivindicación de la población afrodescendiente en las Américas, particularmente en el Caribe.

Hacíamos círculos de estudio, de lecturas y también hacíamos trabajo, digamos, como comunitario, pedagógico, de educación popular con las poblaciones de la periferia, de los barrios racializados de Cali: el distrito de Aguablanca que es una población… Es como las favelas de Brasil, digamos. Entonces, hacíamos cineforos, musiforos, ¿no? Justo, digamos, lo de melómanos de algún modo como que por ahí más o menos nace la idea, esa idea de poner canciones y reflexionar, ¿no? Era una dinámica distinta a esto, pero sí era usar la música como una forma de reflexión pues política con los chavos, digamos, los jóvenes de estos barrios periféricos racializados.

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: Al terminar sus estudios en sociología en la Universidad del Valle en Cali, Colombia, Astrid viajó a la Ciudad de México para realizar la maestría en estudios sociales en la Universidad Autónoma Metropolitana y, posteriormente se instaló en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde ocurrieron los primeros encuentros de melómanos.

[Astrid Cuero]: Pues empezó en el año 2018 y empezó en San Cristóbal de las Casas cuando vivía allá en Chiapas, en el espacio “el paliacate”. Pero era una colaboración que teníamos la librería La Resi y el Paliacate. Yo chambeaba en la librería La Resi, que se dedicaba como a hacer fanzines autogestivos, libros y a vender libros de editoriales, digamos, ya consolidadas, pero pues muy desde el enfoque feminista, anti racista. Y digamos que yo estaba allí un poco apoyando como esa parte cultural, por decirlo así, del espacio de La Resi. Y bueno como una forma de apoyar el espacio, obviamente también de apoyar mi economía, pues se me ocurrió pensar en estos espacios, digamos, de baile y de escucha, apreciación musical en torno a la salsa. Lo propusimos, entonces era un proyecto que al principio estaba integrado en La Resi, aunque a mi cargo, digamos, liderado por mí, creado por mí, y que se desarrollaba en el espacio cultural “El paliacate”, pues que es como un bar cultural y allí se hacían, digamos, pues las sesiones ¿no?

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: En 2020, a causa de la pandemia de Covid-19, el proyecto se vio interrumpido por poco menos de un año. Regresó a manera de colaboración con diversos DJ´s, por plataformas de videoconferencia como zoom. Fue a finales de 2021 que el proyecto regresó a la presencialidad, esta vez en la tumultuosa Ciudad de México y con la colaboración de Dj Balam, quien a su vez colabora en el colectivo radiofónico Radio Zapote, fundado en 2001 en la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

 

[DJ Balam]: Yo tenía un programa de radio en Radio Zapote que era sobre salsa también. Lo hacíamos con otros compas de Colombia. Eso fue como por… de 2016 a 2018 más o menos, este, en el que hicimos los programas, estos compas se regresan. Yo me quedo, sigo haciendo el proyecto como que solo, pero no es lo mismo, ¿no? Que tengas una interacción con más gente y con otros colaboradores en cabina.  Entonces cuando veo el proyecto de Astrid veo que es algo muy similar, ¿no? porque pues hablamos de las canciones, damos el contexto y justo veía yo mucho el trabajo de Astrid y decía: “órale, ese trabajo está muy chido, en algún momento voy a colaborar con ella” y se dio, ¿no? Creo que se dio como de una manera pues natural, y pues a partir de eso como que hemos ido colaborando constantemente. En un principio pues Astrid era quien daba toda la parte de la palabra: decía los datos de producción, decía como las canciones, el contexto, todo ello y yo solamente me dedicaba a poner la música, ¿no?, a que sonara, pero que sonara sabroso, ¿no?, que sonara como tenía que ser un evento.  Entonces pues constantemente creo que hemos ido ahí hecho afinidad y pues ya le he ido quitando un poco también la palabra, ¿no? Ahora ya me da chance de dar los datos de producción.

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: Al regreso a la presencialidad, los encuentros de melómanos se organizaron de manera itinerante pasando por diversos espacios como la cooperativa 400 voces, cerca del metro Copilco, la cafebrería periférica o el café Zapata vive, hasta llegar a su actual sede: El Bar travesura, espacio que encarna mucho más que las mecánicas rutinarias de un bar. Es en sí mismo un recinto contracultural, sobre eso nos habla Marduk Salam cantante barítono interesado en la lucha antirracista y asiduo concurrente de los encuentros.

 

[Habla Marduk Salam]: Son pocos los lugares que realmente predican y comparten y ejercen la disidencia realmente en un espectro amplio,  la mayor parte de los lugares LGBT, están solamente destinados para una parte de la población y para ser mucho más preciso, para la población gay ¿no? Entonces tener un lugar que es sobre todo llevado por mujeres y donde las mujeres trans son bienvenidas y eso, pues es como un lugar muy especial lo hace un lugar muy especial.

 

[Carlos Ventura]: Travesura es como un espacio que, pues ya se dieron cuenta, es como muy diverso muy, digamos, como desde otro lugar, ¿no?, como desde los márgenes también, pero pues siempre como tratando de construir otras experiencias comunitarias.

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]:  Para Moka, trabajadora de la travesura, éste no es solo el pequeño local que ilumina la lóbrega calle Dr. Andrade, sino un espacio para ejercer la libertad.

 

[Habla Moka]: Libertad, bebé, libertad. Y la libertad es muy peculiar porque, eh, la libertad ofende más que muchas cosas que uno puede hacer a la gente. Y el gozo, luego estas cosas… luego hasta no le haces mal a alguien y alguien te ve tan feliz y hasta te tira una piedra. Entonces, creo que un espacio donde no solo puedes llevarlo a cabo, pero que lo puedas llevar a cabo sin que te violenten, debería de ser un derecho, no una rareza que existiera.

 

[Música de fondo]

[Paolo Sánchez]: Al visitar La Travesura es imposible no distraer la mirada en sus rincones. En lo alto de uno de sus muros posa una bandera transgénero, que, como una declaración de intenciones, define en buena medida la naturaleza del lugar: un recinto abierto para el disfrute y comunión de todas, todos y todes.

 

En la esquina superior, encima de la pequeña tarima, donde DJ Balam se encarga del sonido del encuentro, una virgen de los remedios observa el sandungueo desde las alturas.

 

Las paredes del bar están barrocamente adornadas con grafitis, notas y estampas inconexas entre sí: Felicitaciones de cumpleaños, declaraciones de amor, nombres, números telefónicos, estampas de grupos musicales y equipos de fútbol, hay también en el insaciable collage consignas feministas y antirracistas.

 

Pasadas 3 horas desde su inicio, el encuentro ya no permite indiferencia. Nadie osa permanecer sentado. La gente celebra, aplaude y con o sin pareja se mueve al son de la salsa. Ante la desbandada, los asientos y las mesas se repliegan y guardan. Los pocos aburridos restantes se agolpan contra las paredes, pero sin limitarse al insípido mirar del goce ajeno: cuando un paso lo merece, gritan y vitorean clamorosos. Eso sí, cada que la canción concluye, los danzantes, que permanecen de pie, escuchan las palabras de Astrid Cuero.

[Astrid Cuero]: Vamos a seguir con “La caña y la plantación” de Babaíla. Bueno, la caña y la plantación es una canción que denuncia los procesos de esclavización en las plantaciones coloniales del Caribe, principalmente en las plantaciones de caña de azúcar donde los cuerpos negros fueron esclavizados, maltratados, explotados, bestializados, convertidos en esa mano de obra que fue la que sostuvo todo el proceso de acumulación de las élites criollas caribeñas y de Europa.

Disfrutemos ese baile desde el goce, pero que también sepamos que este baile surgió justamente, digamos, de las plantaciones, ¿no? O sea que surgió de contextos muy opresivos. Sí, porque ahorita sentimos el baile muy libertario y está bien, está bien que ahorita lo podamos vivir con esa libertad, pero creo que es importante recordar que para nuestros ancestros ese baile significó romper muchos controles y que por eso eran castigados.

[Carlos Ventura]: Que es otra forma de politización y sensibilización ante situaciones sociales muy vigentes, ¿no? como es el racismo o el clasicismo o cualquier otro sistema de dominación. Entonces imagínate poder bailar, poder estar alegre y además politizarte, pos está chingón ¿no?

[José Luis Rubio]: La salsa te dice que vales, que tienes una pertenencia a un barrio a una ciudad a un pueblo y que América Latina es la misma vaina, que somos la misma cosa y que valemos lo mismo cada uno.

[Música salsa de fondo]

[Paolo Sánchez]: Aquí no se baila solamente por la gozadera, sino también por la resistencia y reivindicación de los desafortunados, por la preservación de la memoria de una cultura latente que ha comunicado sus triunfos, costumbres y dolores a través de la rumba.

El trabajo de reporteo es de su servidor Paolo Sánchez, con mentoría de Alejandro Castro, el guion es de Marco Zapata y la música y producción son de Yeudiel Infante

[Entran cortinilla de cierre]

 

Rúbrica: Esto fue Un Mundo Raro, postverdad, postpandemia y postpatriarcado. Una producción de Radio UNAM y la Unidad de Investigaciones Periodísticas de Cultura UNAM.

 

 

FIN

 

 

 

Testimonios

 

Astrid Yulieth Cuero Montenegro. Es una mujer afrocolombiana, feminista, antirracista, nacida en Cali, Colombia. Socióloga interesada desde los primeros momentos de su formación académica en las reivindicaciones afrodescendientes. Ponente y organizadora de cursos y talleres sobre afrofeminismo, racismo, sexismo, salsa antirracista y miradas decoloniales. Creadora del proyecto Encuentros de melómanos sobre salsa antirracista, nacido en 2018.

Dj Balam. Es de Ecatepec. Siempre ha vivido, crecido y desarrollado ahí. Melómano, aficionado a la banda, reggaetón, y otros ritmos afroamericanos. Fue a finales de 2021 que el proyecto de melómanos regresó a la presencialidad, esta vez en la Ciudad de México y fue ahí cuando Dj Balam se unió como integrante. También colabora en el colectivo radiofónico Radio Zapote, fundado en 2001 en la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

 

Marduk Salam. Cantante barítono interesado en la lucha antirracista y asiduo concurrente de los encuentros de melómanos.

Shanery Damián. Mujer estudiante, proveniente de la costa chica oaxaqueña que asiste por primera vez al encuentro.

Carlos Ventura. Es otro apasionado entre los asistentes a los encuentros. Se dedica a trabajar en una ONG de construcción de paz y derechos humanos. En sus ratos libres ama bailar, pertenece a varios grupos de baile.

José Luis Rubio. Músico, activista y bailarín aficionado a la rumba y asiduo de los encuentros de melómanos.

Corriente alterna

Varios / UIP

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Anfitriones

Corriente Alterna pódcast: jóvenes que interpelan el presente y el futuro. Retrato sonoro de un México diverso y contradictorio. Historias para llevar en el bolsillo. Entrevistas a profundidad. Voces que cuentan un país en continua transformación. Crónicas desgarradoras de madres que buscan a sus hijes; pero también historias de barcos que cruzan el océano para conquistar Europa. Géneros fluidos, feminismos, derechos humanos y territorios. Este es un llamado a escuchar y a escucharnos, a aceptar la disonancia, la disidencia y el ruido.

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