Corriente alterna T2-12: Elena Garro. El reino recuperado

En este episodio 12 de la Segunda Temporada de Corriente Alterna, el periodista Emiliano Ruiz Parra en diálogo con la escritora Elena Poniatowska y la especialista Lucía Melgar nos explican por qué la literatura mexicana tuvo un antes y después de Elena Garro. Antecedida por brillantes narradoras como Nelly Campobello, entre otras, Garro fue una autora que abrió brecha y antecedió a una nueva generación de escritoras, entre las que destacan Rosario Castellanos, Elena Poniatowska, Inés Arredondo, María Luisa Puga, Silvia Molina o Ángeles Mastretta.

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  • Anfitriones: Emiliano Ruiz y Yeudiel Infante
  • Temporada: 2
  • Episodio: 12
  • Duración: 28:39
  • Etiquetas: #EmilianoRuizParra, #ElenaPoniatowska, #LucíaMelgar, #ElenaGarro, #NellyCampobello, #RosarioCastellanos, #ElenaPoniatowska, #InésArredondo, #MaríaLuisaPuga, #SilviaMolina, #ÁngelesMastretta

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Transcripción

Corriente Alterna

Temporada 2

Capítulo 12: Elena Garro. El reino recuperado

Locución: Emiliano Ruiz y Yeudiel Infante

Invitadas: Elena Poniatowska y Lucía Melgar

[Música de piano]

[Habla Emiliano Ruiz]: Elena Garro fue la mejor escritora mexicana del siglo XX. Emanuel Carballo, el célebre crítico literario, decía que…

[Habla Yeudiel Infante]: La literatura era una antes de Elena Garro y es otra después de ella, si la comparas con Rosario Castellanos, Elena Poniatowska, Inés Arredondo, Nelly Campobello, María Luisa Puga, Silvia Molina o Ángeles Mastretta, pues, ella serían en el lenguaje cortesano “Las camareras de su Majestad Elena Primera”.

[Emiliano Ruiz]: Elena Garro era reconocida como narradora, pero también como una brillante dramaturga.

[Voz de Elena Poniatowska]: Bueno, Monsiváis a mí me dijo que era una, que era la mejor autora teatral de México, no había mejor que ella.

[Emiliano Ruiz]: Esa es la voz de Elena Poniatowska, escritora mexicana, que conoció de cerca a Elena Garro.

[Yeudiel Infante]: El 23 de agosto de 2023 se cumplieron 25 años de la muerte de Elena Garro, quien falleció en 1998 en Cuernavaca a los 81 años. No le rindieron homenajes ni tampoco hubo escritores en su sepelio, salvo Humberto Batis. Era la escritora mexicana más importante, pero vivía en el olvido, la mayoría de sus libros eran difíciles de conseguir.

En este episodio de un mundo raro explicaremos por qué Elena Garro vivió y murió sin el reconocimiento merecido y cómo su obra recuperó el sitio que le correspondía en la literatura mexicana.

[Termina música de piano]

[Entra cortinilla]: Bienvenides a “Un Mundo Raro: posverdad, pospandemia y pospatriarcado”. Una producción de Radio UNAM y la Unidad de Investigaciones Periodísticas de Cultura UNAM.

 

[Entra Música]

[Emiliano Ruiz]: Sus últimos años los había vivido en una situación bien difícil, en un departamento en Cuernavaca que habitaba con su hija Helena Paz Garro, mejor conocida como “la chata Paz”. Así lo recuerda la especialista Lucía Melgar quien la visitó varias veces entre 1993 y 1997.

[Voz de Lucía Melgar]: Digamos que lo que yo vi en, en este en Cuernavaca, pues mira vivía en este, digo te lo han de haber contado ya ¿no?, en este departamento no muy grande de tres cuartos. Pero ellas vivían en la sala y los gatos vivían en el cuarto, y este, había un olor a gato espantoso.

Helena estaba siempre en casa de Garro o siempre estaban juntas, entonces imagínate en vivir, digamos en una sala, ponte que, de ese tamaño, pero donde tú estás viviendo, comiendo durmiendo ¿no? Había un comedor, este ahí, que ahí nos sentamos una vez, pero los cuartos invadidos por los gatos.

[Yeudiel Infante]: Además del olor a gato, Garro tenía una vida dura, nunca le alcanzaba el dinero y tenía pleitos constantes con su hija Helena Paz.

[Lucía Melgar]: No, imagínate, una vez me tocó un pleito con Garro espantoso, estando yo ahí con mi hermana que me había acompañado, mi hermana platicaba con Helena Paz y yo con Garro, para que yo pudiera hablar con Garro, empezó un pleito absurdo, a gritos. Y yo dije, “¿qué hacemos aquí?”, entonces como que tratar de calmarlas y lo que quieras, pero ese tipo de cosas, de explosiones de repente ¿no? Helena Paz te llamada por teléfono para pedirte dinero a las 2 de la mañana, a las 5 de la mañana, al mediodía, a la hora que fuera.

[Música]

[Emiliano Ruiz]: Elena Garro era famosa por Los recuerdos del porvenir que publicó en 1963, una novela poética que ha sido calificada como precursora del realismo mágico. Sin embargo, Garro era también una gran escritora de teatro.

[Yeudiel Infante]: En sus piezas teatrales difundidas desde 1958, Elena Garro se convierte también en una precursora del feminismo en la literatura. A ella no le gustaba esta palabra, nunca se reconoció feminista, pero sus obras de teatro Los perros y El rastro son muy impactantes denuncias de la violencia contra las mujeres, por ejemplo, este parlamento en voz del personaje Adrián Barajas de El rastro.

[Emiliano Ruiz]: “Cállate, perra sarnosa enemiga del hombre, no quiero oír replicar el tamborcillo de tu voz, las palabras que te di ya no son mis palabras y las tuyas ya no quiero oírlas. Estoy maldito por haberme enredado en tu lengua y en tu falda. Cuando la mujer habla y el hombre escucha, el hombre muere, por eso vas a morir tú para que yo me vaya a cantar con mis amigos.

[Lucía Melgar]: O el tema del feminicidio, y además como está presentado ahí, que es increíble porque es mostrarte la complicidad social con el asesino. Porque están esos testigos que lo instigan ¿no? y luego lo castigan, pero no porque mató a la mujer, sino que se pone a llorar. Entonces, yo creo que esas para mí, esas obras de teatro son geniales.

[Música de tensión]

[Yeudiel Infante]: La obra Los perros es una denuncia de la violación.

[Lucía Melgar]: Para mí, a menos que haya alguna otra obra de teatro en América Latina, es la primera que pone la violación en escena en primera plana, con Los perros y este. Y sí, yo creo que tenía una sensibilidad muy muy honda y muy particular de la violencia contra las mujeres en esa época, aparte de que la sabe transmitir con una poesía y un dramatismo increíble ¿no?, con esas metáforas del rastro o con los silencios, como se usan en Los perros.

[Sonido de electricidad]

[Lucía Melgar]: Alguna vez le preguntaron en una entrevista que de dónde había sacado eso y dice, “pues yo me inspiré en lo que vi en Morelos”. Y dice, “en México violan todo el tiempo.”

[Música de intriga]

[Emiliano Ruiz]: El hecho es que Elena Garro cayó en el ostracismo los últimos 30 años de su vida. Lucía Melgar, que quizá es la mayor experta en la vida y en la obra de Garro, habla de dos razones que la llevaron a la marginalidad: el movimiento estudiantil de 1968 y su relación con Octavio Paz, el Premio Nobel de Literatura, con quien estuvo casada desde 1937 hasta 1959.

[Yeudiel Infante]: Pero ¿quién era Elena Garro y por qué se metió en un berenjenal que le costó el prestigio y la carrera?

[Emiliano Ruiz]: Elena Garro era una gran escritora, pero también era una persona muy crítica y muy incómoda. Desde muy joven, se hizo agrarista, defensora de los campesinos, acompañó a muchos de ellos a tomas de tierras, en especial a los de Ahuatepec, en el estado de Morelos.

Gestionó que sacaran de la cárcel a varias personas que estaban presas por protestar y caminó con ellos en marchas y protestas. Hay una foto bien famosa que la retrata vestida con su abrigo de pieles, al lado de mujeres y hombres con los pies tan ajados que parecían de madera, como ella misma escribió, sobre el Paseo de la Reforma.

[Sonido de electricidad]

[Elena Poniatowska]: Pero yo la acompañé a Elena con Elvira Vargas, allá a Matepec… a Ahuatepec, perdón, y ella ayudaba a los campesinos y los protegía.

[Música rítmica]

[Yeudiel Infante]: Elena Garro era, además, una mujer muy crítica de otros autores, sólo Octavio Paz, Juan Rulfo y Juan de la Cabada le parecían buenos escritores, el resto eran “juntapalabras”, cito textualmente:

“Los demás que me perdonen, pero o son escritores coloniales, de pupitre alto, pluma de ganso y hermosa letra redondilla, o como diría Heine, gritones más o menos bien pagados.”

Afirmaba que la mayoría de los intelectuales estaban a sueldo del gobierno y que eran críticos del régimen autoritario del PRI solo de dientes para afuera; lo recuerdan Elena Poniatowska y Lucía Melgar

[Elena Poniatowska]: Porque además ella era muy despiadada en sus juicios literarios, y les decía a todos que ninguno valía la pena, o lo escribía, por ejemplo, ella escribió en contra de Fuentes, en contra de La región [más transparente].

[Lucía Melgar]:  Y se metió con los capos de la cultura, y digo, y no se dio cuenta que bueno, aparte de las razones políticas que había, pues es que las mujeres no las metieron en el Boom en ningún país ¿no? Entonces, creo que muchas de sus críticas tienen razón, pero en ese contexto la sitúan en una posición completamente marginal.

[Música tranquila]

[Locución Emiliano Ruiz]: Elena Garro decía lo que pensaba, y pensaba que Fernando Benítez, un hombre que entonces tenía mucha influencia en la vida cultural, era un pésimo escritor y un falso defensor de los indígenas, o que la novela más celebrada de Carlos Fuentes, La región más transparente, era pura palabrería. quizá por eso su amigo Juan de la Cabada, la veía como un personaje heroico.

[Sonido de electricidad]

[Elena Poniatowska]: Elena eras capaz de suscitar las mayores pasiones. Suscitó la pasión de Juan de la Cabada a un grado… Juan de la Cabada, alguna vez me dijo “si hay alguien en México que puede ser heroico es Elena Garro”.

[Música melódica]

[Yeudiel Infante]: Y era curioso porque estos mismos escritores, a quienes ella criticaba, eran sus amigos.

Elena Poniatowska recuerda las tertulias literarias que tenían en su departamento en la década de los 60. Escribían cadáveres exquisitos en la avenida Nuevo León de la colonia Condesa, Ciudad de México.

[Sonido de electricidad]

[Elena Poniatowska]: Y entonces Elena una vez nos invitó a comer a Jorge Portilla, que estaba perdido, enamorado de ella, a Carlos Fuentes, a Ana María y Ramón Xirau, y también a veces iba a este otro Juan José Gurrola. Entonces, nos sentábamos todos en el piso y Octavio llegaba de la Secretaría de Relaciones Exteriores y siempre decía: “¡Ah! aquí están hirviendo los sesos”, eso era simpático. Y entonces jugábamos pues a pasarnos papelitos, los juegos que jugaban los surrealistas, tú escribes una palabra y te lo pasas, y escribes otra, y después le lo desenvolvía Octavio el papel, una tirita, y ya leía y era un poema.

[Música electrónica]

[Emiliano Ruiz]: Elena Garro ejercía una enorme atracción intelectual, física e incluso política; era una gran conversadora y como tenía la voz bajita lograba que la gente se sentara en torno de ella, cerquita, para escucharla.

Tenía el don de la réplica, contestaba siempre con velocidad y agudeza, y además era hermosa, tenía las piernas de Marlene Dietrich, como la recordaba Elena Poniatowska.

[Yeudiel Infante]: Intelectuales y poderosos querían estar cerca de ella, por su militancia a favor de los campesinos se hizo cercana de algunos hombres poderosos del sexenio de Gustavo Díaz. Entre sus amigos estaban los políticos Norberto Aguirre Palancares, Javier Rojo Gómez. el secretario de Gobernación, Luis Echeverría y el oscuro pero seductor jefe de la Dirección Federal de Seguridad, el capitán Fernando Gutiérrez Barrios, jefe de la policía política de México.

[Sonido de electricidad]

[Elena Poniatowska]: Y todo el mundo caía bajo su encanto, una vez ella le pidió a Elvira Vargas que fuera a una reunión para Madrazo en su casa de la calle de Alencastre* y Elvira no se sentía bien, y le pidió a Guillermo Haro que fuera, y Guillermo me contó que él fue y que era la locura, que porque los gatos, has de cuenta que estuviéramos aquí y seis gatos nos hubieran saltado encima, ocho, diez, este, comiendo, y al mismo tiempo que en algún momento dado entró un chofer de Madrazo con un estuche y se lo entregó a Elena, y era una pulsera o algún collar, o alguna chingadera de esas, y Elena entonces sacó a bailar al chofer ¿no?

[Música: mambo]

Ese tipo de cosas hacía ¿no? Como muy extrañas.

[Música: mambo]

[Emiliano Ruiz]: Hacia 1967, Elena Garro se volvía a encontrar con un viejo amigo de la preparatoria, Carlos Madrazo Becerra. Madrazo era entonces el presidente del Partido Revolucionario Institucional (el PRI), aquel partidazo que ganaba todas las elecciones en México. Madrazo era un gran orador, pero en ese momento se había convertido en un político muy incómodo para el presidente Gustavo Díaz Ordaz. A Madrazo se le había ocurrido democratizar al PRI. Decía, “que el PRI designe a sus candidatos democráticamente, que haya elecciones internas entre los dos candidatos más fuertes”. Esto le quitaba al presidente, al presidente de la República quiero decir, el poder del dedazo. A Díaz Ordaz le pareció una muy mala idea y Madrazo dejó la presidencia del PRI, entonces se empezó a rumorar que iba a formar un nuevo partido llamado Patria Nueva, y que ahí iba a estar Elena Garro.

[Música: mambo distorsionado]

[Yeudiel Infante]: Pero todo se complicó con el movimiento estudiantil de 1968, brevemente en julio de ese año la Policía reprimió una manifestación estudiantil en el centro histórico. Fue la gota que derramó el vaso, los estudiantes mexicanos, principalmente los de la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional, iniciaron un movimiento que sacudió al sistema político y al autoritarismo del PRI; se fueron a la huelga, convocaron a las marchas más nutridas en la historia de la Ciudad de México, y hacían “mítines relámpago” que congregaban a cientos o miles de personas espontáneamente en las calles. El presidente Díaz Ordaz, respondía con amenazas de represión.

[Emiliano Ruiz]: Era muy difícil entender la profundidad de un movimiento tan disruptivo como el de 1968, y la verdad es que Elena Garro no lo entendió, acudió a dos asambleas del Consejo Nacional de Huelga a insultar a los jóvenes y a llamarlos borregos.

En agosto publicó un artículo titulado “El complot de los cobardes”, ahí decía que el movimiento era una conspiración alentada desde el poder e impulsada por los intelectuales. Dejaba entrever que la verdadera víctima del movimiento era nada menos que Carlos Madrazo. La democratización, decía ella, debía venir de un político como él; y es que a pesar de su literatura de vanguardia y de su gran compromiso con los campesinos. Elena Garro tenía un pensamiento político conservador.

[Sonido de electricidad]

[Lucía Melgar]: Por eso que tú dices, sí, efectivamente, ella idealizaba los señores feudales, a los reyes, a la monarquía, era el mejor régimen, eso lo decía. Y, por otro lado, admiraba Kennedy, porque era guapo, católico y bueno ¿no? Entonces este eran esas cosas tan raras ¿no? Y por otro lado te hablaba muy bien del Che, porque conoció al Che.

[Música electrónica tensa]

[Yeudiel Infante]: En ese contexto, el 28 de septiembre, Elena Garro recibió una llamada que la llenó de pánico, le decían que había una bomba en su casa.

[Sonido de electricidad]

[Lucía Melgar]: O sea, esa historia me la contó varias veces, ¿no? Y la contaba igual siempre. Era que estaba que estaba en su casa, que recibió amenazas de muerte, que finalmente ya, este, salió corriendo, que se fue a pintar el pelo; que se fue a refugiar a esta pensión de la ex criada de su casa. Este, que se escondieron y que leyeron los periódicos y se asustaron y hablar, y llamaron a la conferencia, entonces este ahí lo que a mí me transmite, es que estaba muerta de miedo.

A mí no me interesa defender a Elena Garro y decir, este, porque voy con mi estandarte de que fue una mártir. No, yo pienso que se murió de miedo, y creo que tenía razón de morirse del miedo, porque a quien se le olvide lo que era la Federal de Seguridad y la Policía Judicial y todo eso, o sea, no entiende el país en el que hemos vivido.

[Música reflexiva]

[Emiliano Ruiz]: El 2 de octubre de 1968 el gobierno perpetra la masacre de Tlatelolco. Agentes del Estado mexicano abrieron fuego contra la multitud, asesinaron a 68 personas, desaparecieron a otros 10 y arrestaron a cientos. Díaz Ordaz y Luis Echeverría habían decidido apagar con sangre el movimiento estudiantil.

[Locución Yeudiel Infante]: Los sucesos se dieron con velocidad, el 4 de octubre el poeta Octavio Paz renuncia a la Embajada de México en la India en protesta por la matanza; un día después un líder estudiantil detenido en el Campo Militar Número Uno, Sócrates Campos Lemus, declaró que Elena Garro lo había buscado para proponerle que Carlos Madrazo encabezara el movimiento estudiantil y que le había ofrecido dinero y apoyo político en su nombre.

Años después, Campus Lemus, diría que había hecho esas declaraciones bajo tortura y por órdenes del gobierno. Pero el día 6 de octubre se publicaron en la primera plana de todos los periódicos.

[Emiliano Ruiz]: Espantadísima Elena Garro y su hija Elena Paz Garro convocaron a una conferencia de prensa en la pensioncita en la que se habían refugiado, ahí dijeron que no era cierto, que ellas no estaban detrás del movimiento estudiantil, pero entonces los periodistas les preguntaron “¿y quienes si están detrás?” Garro, muerta de miedo respondió: “los intelectuales” “¿cuáles?” le preguntaron, y entonces, aparentemente dio nombres, muchos nombres, entre ellos Carlos Monsiváis, Luis Villoro, Leonora Carrington. Algunos periódicos publicaron al otro día que Elena Garro dio la fabulosa cifra de 500 nombres de intelectuales detrás del supuesto complot.

[Elena Poniatowska]: Sí, que empezó a acusar a todo el mundo, y a gente, por ejemplo, Leonora Carrington que no tenía nada que ver en ese asunto. Le hizo daño, porque Leonora se aterró y se fue del país con sus hijos del terror de que fueran a hacerle algo a sus hijos.

[Yeudiel Infante]: A partir de entonces, Elena Garro fue marginada de la literatura mexicana.

[Música de tensión]

[Lucía Melgar]: Claro que, en ese contexto, yo entiendo, que se haya interpretado como que qué barbaridad todo lo que dijo porque denunció, pero es que no tenía que denunciar, eran nombres públicos. Pero ahí, pues entramos a un problema de códigos desde donde estamos interpretando las declaraciones. Si nos ponemos en contexto de dictadura, bueno, pues denuncias a los que, aunque la gente lo sepa estás denunciando porque estás diciendo lo que el poder quiere. Y el hecho de que después de eso a ella le haya ido muy mal; el régimen no la premió, la podían haber premiado a largo plazo y no la premiaron.

[Música de introspección]

[Emiliano Ruiz]: Las puertas se cerraron para Elena Garro, casi nadie quería recibirla, refugiarla, darle un abrazo, contención o ánimos. Elena Garro termina de entrar en pánico el 4 de junio de 1969. Ese día Carlos Madrazo Becerra falleció en un accidente de avión que a Elena Garro le pareció que no era un accidente, sino un atentado directo, así que se fue del país. Pidió asilo en Estados Unidos y no se lo dieron, y se estableció en España y en Francia, acompañada de su hija, Elena Paz. Fueron años duros, en los que pasaron hambre y frío. Según su propio relato vivieron incluso en albergues de indigentes. Esa etapa duró desde 1968 hasta 1993, cuando otro grupo de intelectuales la convenció de volver a México.

[Yeudiel Infante]: Recordemos que Elena Garro y Octavio Paz estaban divorciados desde 1959. Sus vidas ya habían tomado caminos distintos y sus figuras también. Pronunciar el nombre de Elena Garro quemaba la lengua, como decía Emmanuel Carballo, al mismo tiempo Octavio Paz se convertía en la figura más importante de las letras mexicanas.

[Sonido de electricidad]

[Elena Poniatowska]: Y, además, ella hablaba muchísimo de Octavio Paz, mucho más de Octavio Paz, pero hablaba de él todo el tiempo. Mucho más de Octavio Paz que Octavio Paz de Elena. Octavio Paz ni la mencionaba, y oía la palabra Elena y ponía cara de susto.

[Emiliano Ruiz]: En su matrimonio, Octavio Paz había sido el típico macho mexicano. Francisco Guerrero Garro, sobrino de Elena, que vivió algunos años en la casa de Elena y Octavio, recuerda que Paz se refería a ella como “mi mascotita”. Esto escribió Guerrero Garro en 2023.

[Yeudiel Infante. Palabra en eco]: “Eran pleitos con una persona fría, insultando con refinada exquisitez, burlas hirientes, sin ademanes, parándose frente a ella con un aire de superioridad, y se le quedaba viendo mientras, como letanía, le recitaba ofensas. Nunca lo escuché gritar o aventar algo, su actitud era quirúrgica, como una perfecta actuación. Mi tía respondía con exasperación, con llanto, con gritos; nunca sabíamos que había ocasionado el pleito, pero éstos cada vez eran más constantes.”

[Emiliano Ruiz]: También es cierto que Octavio Paz le ayudó a publicar Los recuerdos del porvenir, y se puso feliz cuando Garro leyó sus obras de teatro como lo recuerda Elena Poniatowska.

[Elena Poniatowska]: Cuando “El hogar sólido” lo pusieron en el teatro ella subió muy guapa, y ahí el que se veía feliz era Octavio. Estaba orgullosísimo.

[Yeudiel Infante]: Lo cierto es que Octavio Paz no quería acordarse de su matrimonio con Elena que duró más de 20 años. Elena fue marginada de las revistas que dirigía su exmarido.

[Emiliano Ruiz]: De hecho, como lo ha anotado la escritora y estudiosa garriana, Nora de la Cruz, toda la obra de Garro posterior a su ruptura con Octavio Paz era considerada de segunda clase; es más, como dice Elena Poniatowska, se le leía no como una gran literatura, sino como obras escritas desde el resentimiento contra su exmarido.

[Elena Poniatowska]: Pues hay fragmentos. Después de Andamos huyendo Lola, sí hay fragmentos. Pero todos son libros en contra de Octavio Paz.

[Música swing]

[Yeudiel Infante]: Elena Garro regresó a México en 1993. Para que volviera, según la periodista Patricia Vega, José María Fernández Unsáin pactó con Octavio Paz que no hubiera escándalos públicos. Vivió en Cuernavaca, rodeada de gatos, con su hija Elena Paz Garro. Falleció el 23 de agosto de 1998.

[Emiliano Ruiz]: A partir de su regreso a México una nueva generación de lectores reivindicó la obra y la figura de Elena Garro.

Geney Beltrán, Nora de la Cruz, Olivia Teroba, Rafael Cabrera, que han dedicado ensayos y artículos a la obra de Elena Garro. Geney Beltrán escribió:

[Yeudiel Infante]: “Confío en que no pase mucho tiempo antes de que las nuevas generaciones de lectores descubran: Testimonios sobre Mariana, Reencuentro de personajes, Y Matarazo no llamó, Un traje rojo para un duelo, no como títulos subsidiarios o rebabas, sino como las piezas mayores que son. Obras palpitantes y cuestionadoras en el continente literario de una autora que no necesita que la salvemos de nada, ni le hagamos condescendientemente ningún favor para leerla, estudiarla, disfrutarla como la más grande artista literaria del siglo XX en Hispanoamérica.

[Yeudiel Infante]: Investigación y guion Emiliano Ruiz Parra. Locución Emiliano Ruiz Parra y Yeudiel Infante. Música y producción, Yeudiel Infante.

[Cortinilla Corriente Alterna]

Esto fue “Un Mundo Raro:, posverdad, pospandemia y pospatriarcado”. Una producción de Radio UNAM y la Unidad de Investigaciones Periodísticas de Cultura UNAM. Visítanos en corrientealterna.unam.mx

 

[Fin de podcast]

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Corriente Alterna pódcast: jóvenes que interpelan el presente y el futuro. Retrato sonoro de un México diverso y contradictorio. Historias para llevar en el bolsillo. Entrevistas a profundidad. Voces que cuentan un país en continua transformación. Crónicas desgarradoras de madres que buscan a sus hijes; pero también historias de barcos que cruzan el océano para conquistar Europa. Géneros fluidos, feminismos, derechos humanos y territorios. Este es un llamado a escuchar y a escucharnos, a aceptar la disonancia, la disidencia y el ruido.

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