Por la dignidad humana 1: Estética de la pandemia

Una reflexión filosófica en torno a la crisis global, presentada por Jacobo Dayán, cortesía del escritor Maruan Soto Antaki.

¿Te gustó? ¿Qué opinas? Tus comentarios nos interesan.

Escríbenos

  • Anfitrión: Jacobo Dayán
  • Episodio: 1
  • Duración: 15:37
  • Etiquetas: #derechoshumanos, #pandemia, #coronavirus, #filosofía, #estética, #JacoboDayán, #MaruanSotoAntaki

Suscríbete con tu servicio de pódcast favorito:

Suscríbete con Apple PodcastsSuscríbete con Google PodcastsSuscríbete con SpotifySuscríbete con Amazon AudibleSuscríbete con PlayerFMSuscríbete con LISTEN NOTES

Transcripción de Por la Dignidad Humana

Anfitrión: Jacobo Dayán

Capítulo 1. Estética de la pandemia

Intro: I had a dream that all man are created equal (voz de Martin Luther King). CulturaUNAM presenta. Porque parece que no todos nacemos iguales. Que no se garantizan los derechos humanos. Que la justicia no es justa. Por eso debemos hablar [Dos voces de locutoras] [Fragmento de El Aguante de Calle 13]. Por la Dignidad Humana. Un podcast de la Cátedra Nelson Mandela.

Habla el escritor y periodista mexicano Maruan Soto Antaki (Ciudad de México, 1976):

La enfermedad es el comportamiento de un patógeno en su huésped, en el enfermo, pero también es el comportamiento en los posibles huéspedes: el conjunto de individuos que nos relacionamos de una u otra manera con el padecimiento. Como todo fenómeno social, nuestra pandemia cuenta con una carga estética desde la que se media entre la razón y la sensibilidad para construir la conciencia de esa misma enfermedad.

La estética es la percepción de la belleza o su opuesto, lo no estético. Es su estudio. La estética es la articulación de las sensibilidades con las que comparte un discurso racional, sus herramientas empáticas. La estética es nuestra capacidad de interpretar y construir las sensibilidades alrededor de cualquier fenómeno con el que tenemos relación: el virus que está en la calle.

La relación sensible de lo que nos rodea es el vehículo más asequible con el que contamos para entender nuestros entornos. Se crea un estética de los fenómenos sociales a partir de sus instrumentos de vocación y cómo los interpretamos. Así, las enfermedades como fenómeno social contienen una serie de elementos a los que les hemos adjudicado connotaciones para evitarlas, más allá de la expresión racional, ya sea médica, científica o sanitaria.

Podremos no tener gran conocimiento de la acción de la bacteria que produce la lepra, incluso ignorar por completo las etapas de su avance entre tejidos, pero a lo largo de la historia, casi como con ninguna otra enfermedad, hemos construido una imagen de ella. Su estética llega a ser tan poderosa que se sitúa por encima de la enfermedad.

Las ilustraciones de sangrados en la epidemia de peste negra de la Europa medieval, hoy pueden ser percibidas como referencias históricas que no acongojarán, como tampoco lo hacen las máscaras de pájaros que usaron los médicos de su tiempo. Sin embargo, estas máscaras, junto a los bubones y hemorragias de la pandemia terminaron por articular su estética.

Nuestra pandemia, la de una época que creyó ser inmune a las enfermedades a gran escala, permite algunos apuntes estéticos: nuestra relación con la muerte; la búsqueda por la asepsia en la convivencia; y las anacronías en su manejo político y discursivo. La muerte en medio de una pandemia, a causa o no de ella, pervierte la naturaleza social de morir. La estética de la muerte en nuestra pandemia no es nueva, pero COVID19, esta enfermedad de nombre tontamente melódico y escaso de lírica, nos quitó la confianza que habían dejado construir la ciencia, la tecnología y nuestros esfuerzos civilizatorios. Las imágenes de empleados funerarios depositando féretros en público son la postal de nuestra fragilidad.

Mascarillas médicas o improvisadas, carétas de plástico translúcido, rostros marcados en el personal sanitario que usa protecciones hasta el cansancio en su piel, son los elementos que dan la estética a esta nueva enfermedad, son la mezcla de los avances de lo que podemos llamar modernidad, con el impulso más básico de resguardo. La pandemia de inicios del XXI nos enfrentó a la estética de la desigualdad que muchos asumieron superada. A estas alturas debíamos ser capaces de un discurso que no alentara a la xenofobia, minimizara la fragilidad o recurriera a inclinaciones religiosas, tradicionales o reminiscencias del pensamiento menos elaborado del siglo XX.

El planteamiento de estética más pura que permite por carente el COVID19 está en su nombre. No se trata de que la peste o la melancolía sean palabras de belleza a prueba de subjetividades, pero el acrónimo de nuestro virus lleva papers académicos antes que un gran ensayo literario. La enfermedad es también ejemplo de lo que pensábamos en salud. [Fin de Pódcast]

Por la dignidad humana

Por la dignidad humana busca generar conciencia y profundizar en el vínculo entre los derechos humanos, el pensamiento crítico y el quehacer de las artes. Ante un entorno nacional y global de violencia creciente, resulta primordial poner el foco en la dignidad humana, la cultura de paz y la promoción y exigencia de los derechos humanos por medio de la cultura y el arte.

Jacobo Dayán

Jacobo Dayán

Anfitrión

Jacobo Dayán es especialista en Derecho Penal Internacional, Justicia Transicional y Derechos Humanos. Fue director de contenidos del Museo Memoria y Tolerancia, investigador de eventos de macro criminalidad en México en el Seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México y coordinador de la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las artes de la UNAM. Es el director del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM, profesor en la Universidad Iberoamericana de la materia Genocidio y Crímenes contra la Humanidad y columnista en Animal Político.

Suscríbete
a nuestro boletín

Skip to content