Por la dignidad humana T3-4: El abandono de la agenda cultural
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Transcripción de
Por la Dignidad Humana
Tercera Temporada #PodcastCulturaUNAM
Capítulo 4: El abandono de la agenda cultural
Anfitrión: Jacobo Dayán
Invitada: María Minera
[Rúbrica]: CulturaUNAM presenta: I had a dream that all men are created equal (voz de Martin Luther King). [Voz de locutora]: Ante la violencia, resistencia. Ante la impunidad, resistencia. Ante lo inhumano, resistencia. La resistencia comienza con la palabra Por eso debemos hablar. “Cuánto tiempo va a pasar para que pueda mejorar, todos somos víctimas de un Estado confiscado con un gobierno involucrado en las ganancias de-el narco, es una nación podrida con la población herida…” [Fragmento de México del Instituto Mexicano del Sonido]. [Voz de locutor]: Por la Dignidad Humana. Un podcast del Centro Cultural Universitario Tlatelolco. I had a dream… (voz de Martin Luther King).
[Entra música de guitarra]
[Habla Jacobo Dayán]: ¿Qué tal? Soy Jacobo Dayán, director del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, en un episodio más de este podcast Por la dignidad humana de CulturaUNAM. El episodio de hoy estará dedicado a hacer un análisis sobre la situación del sector cultural en nuestro país.
La cultura es uno de los fenómenos más relevantes, habla mucho mejor de nosotras y nosotros que muchas otras de las áreas del quehacer humano, porque en él se vuelcan las frustraciones, los anhelos, las resistencias, las formas de vida, las cosmovisiones (de una nación), y también en ella se ve la prioridad para un Estado, para un gobierno. Y con esto quisiera recordar una cita de Winston Churchill, que iniciada la Segunda Guerra Mundial, cuando ingresa Gran Bretaña a la guerra y se hacen los ajustes presupuestales para hacer frente a la Segunda Guerra Mundial sus ministros le dijeron que había que recortar en Cultura, y Churchill contesta que no, que de ninguna manera sino para qué estarían peleando esta guerra, si no es para defender su propia cultura.
Entonces, los estados, los países, las sociedades, tienen que tener como una prioridad la cultura, en países como el nuestro siempre ha estado relegado, al igual que muchas otras manifestaciones humanas consideradas “no relevantes” como el deporte, ahora acabamos de ver la olimpiada donde también el Estado Mexicano pues parece no invertir de la misma forma que otros países históricamente.
Y bueno, pues analizaremos esto, la situación del sector cultura, no nada más el público, sino que el privado con una crítica cultural muy relevante, que participa de manera muy activa en distintas actividades culturales en nuestro país y es una de las personas que más echa ojo a esta situación en México. María minera ¿Qué tal? Muchas gracias por estar aquí.
[Habla María Minera]: Hola Jacobo, muchas gracias a ti por invitarme a este podcast que sigo religiosamente, y que me alegra mucho de estar aquí contigo platicando de ese tema que, en efecto, para mucha gente es secundario, o terciario, o yo que sé, pero realmente como tú bien dices esto es un tema, la cultura. La cultura puede significar muchísimas cosas, creo que hoy vamos a hablar sobre todo de las artes, para ser más estrictos y cerrar nuestro tema, pero en efecto, la cultura ha estado siempre amenazada por recortes y el desinterés en general de nuestros funcionarios públicos.
Este gobierno, sin embargo, ha tocado unos niveles de desprecio hacia la cultura que la tienen básicamente, casi, a orillas del desahucio total, me gustaría decirte que este gobierno apoyó solo dos cosas, o sea, teniendo a su cargo cientos de asuntos y de instituciones, apoyó principalmente dos cosas.
Chapultepec. Este proyecto que para mí no tiene ningún sentido que es hacer de lo que ya era un parque con museos visitado masivamente, hacerlo un parque con museos que es visitado masivamente, es decir, nada. Y a ese proyecto le dedicó cada año cerca del 25% del presupuesto total de la cultura federal, con resultados yo diría sumamente dudosos, digo, hay un puente, un par de edificios medio vueltos museos, que ya existían, y también entregó cuentas muy oscuras. Hay que decir, o sea, hay cerca de siete mil millones de pesos que no tienen sentido, que no se explican, punto.
Entonces, hizo esto y también tuvo su programa estrella que se llamó cultura comunitaria, que para mí desde el principio fue preocupante porque tenía que ver con una apropiación desde el Estado del término “comunitario”, es decir, nos venía a decir el gobierno qué es comunitario y qué no, no las comunidades mismas, sino de forma centralizada, lo cuál me parece pues aterrador.
Después, este proyecto, aunque era el proyecto insignia fue también víctima de los recortes sucesivos, y se quedó con muy poco dinero, y sólo pudo echar a andar un proyecto que fue relativamente exitoso, que se llamaron “Los semilleros creativos”, que básicamente eran talleres que se llevaron a cabo en comunidades, se dijo al principio que, de los municipios más violentos del país, nunca hemos sabido en qué municipios realmente se llevaron a cabo, pero se cree que no fueron definitivamente los más violentos, sino algunos municipios en estados como Oaxaca, Guerrero, Veracruz, etcétera. Unos cuántos semilleros de los que no sabemos además qué resultados obtuvieron, y que alcanzó a cubrir, digamos, a doce mil niños, eso es lo que presumió la Secretaría de Cultura: doce mil niños pudieron asistir a estos semilleros.
Me pareció siempre bonito, digo, una iniciativa muy viejita, talleres para niños los hizo desde Carmen Romano hasta cada gobierno siempre su gran propuesta es hacer talleres para niños, este gobierno no hizo ningún tipo de diferencia, al respecto, y se llegó a doce mil niños. Pensemos que hay treinta millones de niños en México, es decir, ni siquiera el 10% de los niños. Pero lo preocupante es que en cinco años de la administración de Andrés Manuel López Obrador, entre diciembre de 2018 y diciembre de 2023, doce mil trescientos sesenta y ocho menores de edad fueron víctimas de homicidio y estas son las cifras oficiales, es decir, el mismo número de niños fueron asesinados en condiciones espantosas y es el mismo número de niños que atendieron los semilleros, es decir, la cuenta nos lleva realmente a cero.
Para mí este es el gran drama de todos los gobiernos, pero de este en particular, porque se puso mucho énfasis en que la cultura ahora si iba a ser una diferencia en los niveles de violencia que tenemos cada vez más pronunciados, más tremendos, y no fue así en absoluto.
La secretaria de cultura, Alejandra Frausto, hasta ahora, ella solía decir por ejemplo que “la cultura definitivamente ayuda a la previsión social de la violencia..”, la estoy citando, “… y a la construcción duradera de paz al trabajar principalmente con niños y jóvenes en situación de riesgo, porque la cultura brinda alternativas para el uso creativo del tiempo libre, que es tiempo que le ganamos a la delincuencia que en múltiples zonas del país copta infancias y juventudes.”
Es decir, a mi parecer, la secretaria no entendió ni cómo funciona la violencia en el país, ni definitivamente qué es la cultura, porque la cultura no es simplemente un pasatiempo para que a los niños en su tiempo libre no los capture el crimen organizado. En fin, estos malos entendidos se vivieron a lo largo del sexenio y fueron, o sea, apuntar a que este era el centro de la política cultural de este gobierno, significó dejar descobijadas a todas las otras instituciones con un recorte de 75% de su gasto operativo, que se tradujo en goteras en los museos, en falta de mantenimiento en las escuelas de arte, en el Conservatorio de Música, es decir, en una precariedad agudizada que no habíamos visto, yo diría en muchísimos años, empiezo por ahí.
[Jacobo Dayán]: Sí, digo, haces un diagnóstico muy preciso, coincido contigo, si se pensaba como lo ha dicho incluso el presidente de la república, que hay que atacar a la violencia desde la raíz, pues uno entendería que era entregando recursos, una de las estrategias y la otra era, a uno de los brazos podía haber sido la cultura, pero si estos talleres alcanzaron a doce mil menores de edad, pues la cifra incluso del reclutamiento de menores es infinitamente mayor, es decir, quedó completamente corto.
Ahora, en nuestro país la política pública, porque también más adelante quisiera hablar contigo acerca de cuál es el papel de los privados o de las universidades incluso de las universidades autónomas alrededor de la cultura, como puede ser la UNAM.
La política pública ha venido dando tumbos históricamente en este país. Ha venido con algunos altos, muy pocos, y muchos bajos, recordar que bajo muchísimos… vamos, históricamente, la cultura dependía incluso de la Secretaría de Educación Pública, muy lejos quedan los años en que la cultura era una palanca importante en el país, estoy pensando en los muralistas y una época de hace cien años, donde la cultura era una de las herramientas importantes para los gobiernos, pero pasamos en este país de ser una dependencia, la cultura pasó a ser una dependencia de la Secretaría de Educación Pública, a dar algún cierto tipo de autonomía con lo que fue el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y después se anunció con bombo y platillo la creación de una Secretaría (por fin) de Cultura a nivel federal, y que esto se replicó evidentemente en los estados.
En esta evolución, María, te preguntaría ¿en algún momento hubo un proyecto cultural serio? Digamos en el México contemporáneo, quitando esta época de oro, o que se menciona como una época de oro de la cultura, hace ya casi un siglo
¿En el México contemporáneo tenemos experiencias de una política cultural seria, sólida que después se extravió?
[María Minera]: Yo creo que nunca, en efecto desde los tiempos aquellos de Vasconcelos y demás, nunca hemos tenido una política de gran calado, o sea una política federal, lo cuál además ves como eso se ha ido heredando, es decir, si uno revisa los planes de gobierno en materia de cultura de las dos, de las que eran candidatas a la presidencia del próximo sexenio, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, las dos, sus planes políticos parecían calcados de planes de los setentas, de los ochentas, es decir, no hemos avanzado un ápice en la comprensión del fenómeno cultural desde hace décadas, ni hemos hecho el menor intento por desterrar las fórmulas viejísimas que se siguen usando para quesque impulsar, digamos, la cultura.
Pasan los sexenios y en las oficinas de cultura se mantiene la creencia férrea de que el universo cultural se agota en esos instrumentos demagógicos que nos empeñaríamos por tener, aunque estén embalsamados, por ejemplo, el Ballet Folklórico [de México], es decir, no hay una revisión real de las necesidades urgentes, ya no digamos las necesidades secundarias, pero urgentes de la comunidad cultural. Ni una visión de cómo han cambiado las artes, por ejemplo, si uno revisa las becas del Sistema Nacional de Creadores sigue habiendo un apartado que se llama “Medios alternativos”, cuando los medios alternativos están siendo ya muy dominantes desde hace más de cincuenta años. Es decir, seguimos creyendo que el arte es pintura y escultura a la manera muy viejita y tradicional.
Entonces, siento yo que hay un enredo que pasa por todo, pero que sobre todo ataca a una compresión profunda. Lo que es horrible decir, e insisto, jamás querría ensalzar por ejemplo a alguien como Carmen Romano, fue una mujer tremendamente autoritaria y que se quedó, bueno ,esa familia se quedó con el Claustro de Sor Juana y demás, que fue expropiado. Pero por ejemplo, ella creó lo que se llama Fondo Nacional para Actividades Sociales, llamado FONAPAS, que duró solo el sexenio de López Portillo, y en ese tiempo ella creó por decir algo, la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, el Ágora, que es el Centro Cultural de Villahermosa, el Centro Cultural Tijuana, es decir, hubo una época del viejo PRI que a pesar de todo lo terrible que era en términos de democracia, y de respeto a los derechos humanos y demás, había una creencia de que la cultura era importante, y se crearon teatros, espacios, museos e instituciones que nos llegan hasta hoy hechas pedazo algunas, o sea, te pongo un ejemplo que me parece muy doloroso.
[Jacobo Dayán]: Los Teatros del IMSS, por ejemplo.
[María Minera]: Los Teatros del IMSS que fue un proyecto precioso, que podía haberse usado con mucho tino, y mucha sabiduría, y que han terminado simplemente siendo lugares que se rentan para quince años, para el festival de no sé qué, es decir, que pertenecen al IMSS y la Secretaría de Cultura nunca ha podido realmente tomar el control de ellos.
Lo mismo pasó con los Centros de Educación Artística, los llamados CEDART, que se crearon en los setenta, y que eran estas escuelas a nivel bachillerato para proporcionar a los alumnos de la preparatoria, además de las materias comunes, una educación artística media, digamos para que después pudieran estudiar en las escuelas de educación media superior. Se crearon doce CEDART en el setenta y seis, después no se volvió a crear ninguno. Uno esperaría que esas instancias que funcionan, porque yo tengo colegas que estudiaron en el CEDART y funcionan, uno esperaría que a eso sea a lo que se le da seguimiento y que entonces si en setenta y seis había doce, hoy hubiera cuarenta o cincuenta CEDART en toda la república.
Mi sensación es que nunca ha habido un plan para llenar lo que yo llamo la escalera completa de la vida de un productor artístico, de un creador artístico, es decir, esta muy bien que haya semilleros creativos para niños pequeños, pero después tendría que haber una educación de primer nivel, una educación artística en todas las escuelas primarias del país, después estarían los CEDART, después llegaría uno a las escuelas de educación artística superior, de las cuales hay prácticamente seis o siete y la mayoría están concentradas en las grandes urbes: Ciudad de México, en primer lugar, Monterrey, Guadalajara y párale de contar, digamos. Y que después, entonces, hubiera suficientes teatros, suficientes museos, para que hubiera una vida cultural rica que te lleva; para que pudieran hacer los muy jovencitos una carrera, vislumbrar una carrera en las artes. Eso no sucede, y tengo que decir la cosa más terrible en la que he pensado últimamente, la mayoría de los artistas que hoy son conocidos en México, digamos, los directores de cine famosos, Alfonso Cuarón, González Iñárritu, los artistas como Javier Orozco, los famosos, todos estudiaron en escuelas privadas. Esa es la realidad.
[Jacobo Dayán]: Bueno, eso me lleva María a preguntarte, evidentemente, en los estados, no nada más el mexicano, son incapaces de cubrir todas las necesidades, y en buena medida la sociedad civil sale a cubrir estas carencias que pueden tener los estados. ¿En México el sector privado, las universidades, de alguna manera cubren a medida de sus posibilidades esto? Bueno, de alguna manera, evidentemente es insuficiente, pero, ¿están haciendo lo que les toca, de manera general?
[María Minera]: Yo diría que no, que, de ninguna manera, y especialmente no en los estados, es decir, o sea la Ciudad de México pues sí es una gran metrópolis donde hay actividad artística en todas las disciplinas, muy intensa, de gran calidad, pero afuera, pues si hay algunos teatros alternativos o teatros independientes, en Ciudad Juárez, en Mérida hay uno, en fin, pero son muy pequeños y que de ninguna manera pueden suplir lo que yo creo que es absolutamente una labor que corresponde al cien por ciento al Estado, que es procurar y promocionar y estar detrás de la producción… de la gran producción artística. Te pongo el ejemplo, las becas del sistema nacional de creadores, al año cuestan cerca de doscientos y cacho millones de pesos. ¿Qué privado puede pagar eso?
[Jacobo Dayán]: Te interrumpo, María, por ejemplo, después de muchos años de batallarle, por ejemplo, la producción cinematográfica en México sí ha crecido, la independiente, vamos.
[María Minera]: Ha crecido, sí, y comparable con países como países europeos y como Estados Unidos, pero ha crecido bastante… en gran medida porque… es muy fácil ver como el cine es exitoso… y por qué vale la pena apoyarlo… pero porque es una industria creativa, el cine es una industria, y en cambio las artes que son más artesanales, que no son industrias, por ejemplo, la poesía, para mí es donde tiene que estar el Estado, porque eso no subsiste de ninguna otra manera, pero si no hay grandes poetas en México, no hay nada, o sea, los poetas históricamente han sido quiénes van llevando, como María Rivera, su poema sobre los muertos que tu conoces muy bien y que ha estado en este podcast y que acompañó en algunos de los momentos la marcha de Javier Sicilia y del Movimiento por la paz y la dignidad y la justicia, lo estoy diciendo un poco mal, pero una poeta como María no puede producir su obra si no está becada, no hay manera, los libros de poesía son minoritarios.
La pregunta siempre es la misma cada sexenio: ¿a poco el gobierno de veras solamente va a pagar lo que es masivo? Por ejemplo, los conciertos de Rosalía en el Zócalo, o sea, esa es la preocupación, en cambio, lo minoritario se descalifica como elitista, pero la poesía no es elitista, por el amor de dios, o sea, la poesía ha estado siempre al nivel, al ras de tierra, ese es su poder y su fuerza y para mí el Estado tiene que estar detrás de eso, no detrás de las industrias culturales. Sí, puede apoyar las industrias culturales, del cine, del libro, la televisión digamos cultural, pero no puede ser la vocación de la política pública simplemente atender lo que esta de moda, lo que de por sí se vende, a lo que la gente quiere ir, o sea, el Estado tiene que proteger su creación artística más radical, más política, o sea más importante, creo yo.
[Jacobo Dayán]: Cien por ciento de acuerdo contigo, y ahí me gustaría preguntarte por otro de los pies de esta mesa, que es la comunidad artística, es decir, ¿la comunidad está articulada, no está articulada, las demandas al Estado están siendo eficaces, como en otros años lo fueron?
[María Minera]: Pues no enteramente, o sea, las disciplinas están bastante conectadas, digamos, o sea la gente de teatro muy claramente ellos, por ejemplo, ahí se esta haciendo una base de datos muy importante, sobre los espacios independientes que hay en el país, o sea no sólo teatro si no espacios independientes. Se está haciendo un mapeo muy a fondo, muy grande lo está haciendo la comunidad teatral, no viene de arriba, o sea, el gobierno no tiene la menor idea de cuáles son las industrias culturales, cómo están compuestas, quién trabaja ahí, o sea, definitivamente jamás han hecho un esfuerzo por entender de qué estamos hablando.
Y las comunidades de abajo, pues sí, entre ellos la gente se conoce, pero mi sensación en la pandemia, por ejemplo, que tuvimos reuniones bastante grandes de ciento cincuenta personas de zoom, discutiendo lo que estaba pasando, porque lo primero que tu sabes perfecto, que la primera medida que tomó López Obrador al llegar al gobierno, pues fue extinguir el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, entonces hubo unas reuniones y nos dimos cuenta que no nos conocíamos, o sea, la gente en los estados, es muy triste, pero no nos conocemos suficientemente bien y tenemos redes de trabajo y de discusión que nos hubieran permitido dar un paso más contundente para pedir apoyos que no tuvimos, es decir, y en esto si quiero ser muy clara, o sea, un gobierno que recortó el setenta y cinco por ciento de cultura, del presupuesto de la cultura que no apoyó a la comunidad artística absolutamente en nada durante la pandemia, se parece más a un gobierno neoliberal como el de Margaret Thatcher que, por ejemplo, se opuso, o sea a partir desde que llegó se opuso, pero así con mucha fuerza, al principio de la producción cultural patrocinada por el estado, y basó su política cultural en objetivos de reducción del gasto público, aumento del patrocinio privado y finalmente un mayor control de las operaciones de lo que en Inglaterra es el Consejo… el British Council.
Aquí, eso pasó exactamente, es decir, quién diga que este gobierno es de izquierda en cuanto a cultura, se equivoca, totalmente, porque este gobierno dejó absolutamente desamparada a la comunidad ampliada de las artes en la pandemia. Y sigue estando así, entonces claro, la comunidad es una comunidad muy precarizada y muy necesitada de resolver la vida diaria, las necesidades urgentes y entonces es muy difícil de organizarla. No sucedió… completamente, como sucedió en Brasil, en Francia y en otros lados.
[Jacobo Dayán]: Sí, y ahí incluso me gustaría destacar que durante la pandemia el mejor diagnóstico que se hizo de la situación del sector cultural, lo realizó la UNAM con este censo enorme que se realizó para conocer la situación de la comunidad cultural. Pues María, para ir cerrando te preguntaría un poco, qué se avizora en el futuro cercano para el sector cultural.
[María Minera]: Pues desafortunadamente continuidad Jacobo, eso es lo que se avizora. Claudia Sheinbaum en lo que ha publicado como sus cien pasos para la Transformación, en materia de cultura, dice cosas que no han sucedido, como que este gobierno, el gobierno que la antecede, pues se rompió con la barrera en la alta cultura y la cultura popular, digamos, esa división que para ellos se pronunció durante la época neoliberal, y por ello varias de las acciones y programas han dado prioridad a los sectores excluidos y discriminados, y hace una lista larguísima como las comunidades indígenas, los migrantes… Y yo digo, perdón, pero qué creen que estamos ciegos, es decir, eso no sucedió, no solo no se apoyó a los migrantes, de ninguna manera, ni cultural, ni en términos de salud, ni de vivienda, ni de nada, ni de acompañamiento, sino todo lo contrario, se los encerró en cárceles donde unos murieron de manera brutalmente trágica.
Es decir, temo que la continuidad va a consistir en no hacer nada, en decir que se hace mucho, cuando en realidad se dice, “apoyamos a las comunidades indígenas”, pero desde el dos mil veinte, la subsecretaria de diversidad cultural, renunció y no pusieron a nadie ahí, y esa subsecretaría es la encargada de coordinar, por ejemplo, las acciones culturales de carácter comunitario y las tendientes al fortalecimiento del tejido social en municipios con índices significativos de marginalidad. Bueno esa subsecretaría quedó vacante desde el 2020, eso se dice como las cualidades de este gobierno y por lo pronto del que sigue. Para mi la nueva secretaria a quien no conozco y que espero, como siempre que una espera, que nos de una buena sorpresa, en realidad me preocupo porque temo que al ser la encargada de haber hecho los conciertos masivos del Zócalo, pues va a seguir por ahí. Y de nuevo, es el papel del Estado apoyar solamente lo masivo o quizá sea mucho más su tarea profundizar en las carencias a nivel pequeñito, a niveles locales, a niveles que no son tan vistosos.
[Jacobo Dayán]: Pues cien por ciento de acuerdo contigo María, ahí está el diagnóstico, y bueno, lo que me imagino que quedará es la resistencia de la comunidad cultural. Exigir esos espacios, pero nunca renunciar a la cultura, si renunciamos a la cultura, como lo decía Churchill, y con eso cierro, estamos renunciando a nosotros mismos.
La agenda cultural es una agenda que, aunque ha sido considerada como bien dijiste secundaria o terciaria, es fundamental para la salud pública de un estado. Ahí está el diagnóstico de María, que comparto en buena medida, y una esperanza porque esto cambie, y si no, que las comunidades, el sector privado y las universidades, por ejemplo, hagan lo que nos corresponde. Muchas gracias, María
[María Minera]: Gracias a ti
[Fin del Podcast]
Semblanza
María Minera es una crítica cultural mexicana. Se le puede encontrar en redes sociales como: @Maria_Minera_
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Por la dignidad humana
Por la dignidad humana busca generar conciencia y profundizar en el vínculo entre los derechos humanos, el pensamiento crítico y el quehacer de las artes. Ante un entorno nacional y global de violencia creciente, resulta primordial poner el foco en la dignidad humana, la cultura de paz y la promoción y exigencia de los derechos humanos por medio de la cultura y el arte.
Jacobo Dayán
Anfitrión
Jacobo Dayán es especialista en Derecho Penal Internacional, Justicia Transicional y Derechos Humanos. Fue director de contenidos del Museo Memoria y Tolerancia, investigador de eventos de macro criminalidad en México en el Seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México y coordinador de la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las artes de la UNAM. Es el director del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM, profesor en la Universidad Iberoamericana de la materia Genocidio y Crímenes contra la Humanidad y columnista en Animal Político.