Prototipos para navegar 1: Criptomonedas y futuros económicos
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Transcripción del pódcast de la Cátedra Max Aub
Prototipos para navegar
Capítulo 1: Criptomonedas y futuros económicos
Anfitriona: Tania Aedo
Rúbrica:
Cultura UNAM, presenta:
No se trata de cuánto cambió nuestra vida por la pandemia. Se trata de cuánto podemos cambiarla a pesar de ella.
Cubrebocas hechos en casa. Teatro a la distancia. Talleres online. Prevención de enfermedades. ¿Qué nos espera en el futuro? ¿Qué puede esperar de nosotros el futuro contingente?
Prototipos para navegar. Un pódcast de la Cátedra Extraordinaria Max Aub, Transdisciplina en arte y tecnología. Con Tania Aedo.
[Habla Tania Aedo]: Bienvenidas y bienvenidos al primer capítulo de Prototipos para navegar un futuro contingente. Hoy hablaremos acerca de futuros económicos y criptomonedas, ¿cuáles son las posibles contingencias que pudiesen acontecer en el ámbito de la economía, y cuáles podrían ser las alternativas para mitigarlas?. Tengo el gran gusto de conversar con el doctor Ricardo Mansilla, doctor en matemáticas, máster en economía, y especialista en la complejidad entre tecnologías digitales y sistemas económicos. Él trabaja en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades en la UNAM.
Hola Ricardo, ¿cómo estás?
[Habla Ricardo Mansilla]: Muy bien, Tania, un gusto estar aquí con ustedes.
[Tania Aedo]: Muchísimas gracias. Me gustaría comenzar preguntándote cómo es que las tecnologías, y en las últimas décadas las tecnologías digitales, han transformado la economía y cuáles crees que sean las próximas transformaciones en este ámbito.
[Ricardo Mansilla]: Bueno Tania, las tecnologías digitales ya forman parte de nuestra civilización y en eso no hay retorno ninguno, ese es un hecho que a veces algunas personas no lo evalúan correctamente, pero yo te quisiera poner por ejemplo, un comentario que aparece en una novela del año 1946, la novela se llamaba “A Logic Named Joe” de Murray Leinster. Murray Leinster es el seudónimo de William Fitzgerald Jenkins, y en esa novela aparece la frase de uno de los protagonistas que dice: “¡Las computadoras son la civilización! ¡Si apagamos las computadoras, volvemos a una especie de civilización que hemos olvidado cómo vivir!", y eso ya era a mitad del siglo pasado. En este momento si la computadora se apaga regresamos a un estadío en el cual no sabemos cómo manejar ya, ya está fuera del alcance de nosotros.
Una parte muy importante de esa transformación tiene que ver con el área de la economía y los servicios. La velocidad con que se realizan las transacciones bancarias en la actualidad le ha dado a la economía mundial una agilidad impensable que no podemos comparar con nada que hayamos visto con anterioridad. Los servicios son cada vez más dependientes del mundo digital. Uno hace transacciones bancarias desde el teléfono celular, hace compras en internet, le traen una pizza a la casa, si quieres saber el estado de cuenta bancario simplemente entras a una página de internet… todas esas cosas antes costaban mucho trabajo, y ahora todo eso se ha simplificado debido a las tecnologías digitales, es realmente impensable que podamos regresar a un mundo diferente al que ya tenemos.
Recientemente esto ha tenido una nueva faceta conocida como el “internet de las cosas”. Esto consiste básicamente en ir incorporando el internet a todo nuestros objetos personales, por ejemplo: refrigeradores, las luces de nuestra casa, la estufa, nuestro auto, incluso la ropa que usamos, ¿no? Así, uno esperaría, por ejemplo, los sueños de las personas que trabajan el internet de las cosas, que nuestro refrigerador nos informe que la leche o los huevos se están acabando y que podemos hacer un pedido en línea. Existe una enorme cantidad de inversión en la investigación en este campo.
Toda esta irrupción del reino digital en nuestras vidas tendrá evidentemente muchas ventajas, como las que te mencioné hace unos minutos, pero también esto implica grandes riesgos, sin duda alguna.
[Tania Aedo]: Nos dejó muy intrigadas esa conversación en donde nos contabas acerca de las posibles contingencias que pudiesen acontecer en el ámbito de la economía y específicamente en el dinero, en donde nos contaste sobre las impredecibles explosiones solares o los hackeos que hoy se vuelven más probables que una amenaza nuclear por ejemplo.
[Ricardo Mansilla]: Todas las tecnologías de internet se basan en una enorme transmisión de datos. En esa transmisión de datos juegan un papel muy importante el sistema de satélites que están alrededor de nuestro planeta, que ya tiene una enorme cantidad de miembros este sistema. Entonces las tormentas solares serán seguramente las enemigas declaradas de este internet de las cosas, del cual ya hablé.
Cada vez que en la superficie del sol se forma una tormenta, él lanza hacia el espacio una enorme cantidad de partículas fuertemente cargadas, es decir, partículas muy energéticas, no solamente en dirección a la Tierra, todas direcciones, pero también las lanza en dirección a la Tierra, y esa ola de partículas perturba en la actualidad a las comunicaciones satelitales en nuestro planeta. Es muy frecuente oír noticias de “Hubo problemas con las comunicaciones por la tormenta solar grande que tenía el Sol”.
Ahora imagínate que ya el internet de las cosas esté muy avanzado. ¿Te imaginas lo que ocurrirá cuando nuestro televisor, refrigerador, auto y hasta el aspersor que riega el césped de nuestro jardín esté conectado a internet y venga una tormenta solar? Ahora los que trabajan en esta dirección tendrán que pensar en cómo saltarse este enorme obstáculo.
Por otra parte está el problema de la seguridad en internet, el hackeo en internet no disminuye, sino todo lo contrario, cada vez aumenta, se ha puesto cada vez peor. Por ejemplo, en 2018 trabajaban en el área de la ciberseguridad 700,000 personas y habían aproximadamente 300,000 puestos de trabajo vacantes, sin cubrir, en ciberseguridad. Entonces en el año 2021 habrá aproximadamente tres millones y medio de plazas de analista de ciberseguridad sin cubrir, es decir, ha aumentado casi 10 veces la cantidad de puestos que no se van a poder cubrir. Y no es porque estos sean trabajos mal pagados, porque un analista en ciberseguridad que tenga 5 años de experiencia, en Estados Unidos puede llegar a ganar 150,000 dólares al año, lo cual es un salario ya de clase media alta.
Todas las naciones, por otra parte, desarrolladas, ya tienen dentro de sus fuerzas armadas “ciberejercitos”, esto es unidades especializadas en realizar ataques cibernéticos y defensas cibernéticas a las instalaciones vitales del resto de los países. Eso también de alguna manera va a influir nuestras vidas y la seguridad con que la tendremos.
[Tania Aedo]: Nos gustaría que comentaras también acerca del enorme costo energético que significa el minado de las criptomonedas, y un poco qué son estas llamadas criptomonedas. Sería muy interesante enfatizar la materialidad de lo digital y en especial de las criptomonedas. Fue muy sorprendente hablar contigo de la predicción autocumplida de la caída de Bitcoin de cada año y que a los pocos días se llevara a cabo la compra masiva de bitcoins por parte del magnate Elon Musk.
[Ricardo Mansilla]: La criptomonedas y en particular la más conocida de todas, el Bitcoin, es un nuevo concepto de moneda “fiat”, es decir, un objeto en cuyo valor se confía de manera tácita. Cuando tú tienes un billete de $500 pesos en la mano, ese papel no tiene nada especial, bueno, como no sea que está acuñado en las dos caras cuidadosamente y que tiene todos unos dispositivos de seguridad, pero ese papel en realidad no vale $500 pesos ni mucho menos. Ese papel es algo que tú confías que tiene un valor de $500 pesos.
Y la gran diferencia entre los Bitcoins y de estos esquemas monetarios anteriores, es que en los Bitcoins no existe “un tercero de confianza”. ¿Qué cosa es “un tercero de confianza”? El tercero de confianza más famoso en todos los sistemas “fiat” monetarios del mundo son los bancos centrales. Los bancos centrales emiten e imprimen las monedas y tú confías en ella. Las tarjetas de crédito también tienen un “tercero de confianza” que emite la tarjeta de crédito, se compromete en garantizar la autenticidad tuya y por lo tanto la autenticidad de tus compras.
Cuando tú te quieres comprar un libro en Amazon y usas tu tarjeta de crédito, el “tercero en confianza” es el servicio de la tarjeta de crédito que le dice a Amazon: “sí, este señor te va a pagar y yo estoy seguro que él es la persona que dice ser”. Tú obviamente primero tuviste que darle una credencial, y ese es el “tercero en confianza” aquí. Pero con los Bitcoin no existe el tercero en confianza, son monedas que la confianza reside centralmente en un sistema de verificación de su legitimidad que es completamente transparente y universal.
¿Los bitcoins de dónde salen? Se extraen rompiendo un código criptográfico, tú tienes que romper un acertijo criptográfico para poder ser poseedor de un Bitcoin. A ese proceso se le llama metafóricamente “minería de bitcoins”. Para esa minería obviamente no debes usar excavadoras ni barrenas, sino computadoras, computadoras que ejecutan unos algoritmos que son los que rompen el código criptográfico. Entonces esos algoritmos que realizan esta tarea realmente el problema que tiene es que gastan enormes cantidades de energía eléctrica. Habitualmente ellos se corren en máquinas especiales que solamente están destinadas a correr estos algoritmos, que tienen CPUs, es decir, Central Processor Units muy buenas que ciclan a una gran velocidad, se calientan mucho y gastan mucha energía tanto en la ejecución de los algoritmos como en el enfriamiento.
Para que tengas una idea, una granja de mineros de bitcoins gasta más electricidad que una ciudad pequeña. Durante mucho tiempo, las granjas de minería de bitcoins estuvieron situadas en Venezuela porque ahí las tarifas de la energía eléctrica eran muy bajas, entonces mineros de Bitcoin de todas partes del mundo iban a poner sus granjas de Bitcoin ahí.
Obviamente estas criptomonedas no tienen materialidad en el sentido usual, es decir, tú no puedes tocar un bitcoin como tocas un billete de $500 pesos. Se confía en ellas como en un billete pero no son un objeto material. La única cosa material de una criptomoneda es que en alguna unidad de almacenamiento de datos en nuestro planeta (eso puede ser el disco duro de tu máquina, un usb, o servidor del otro lado del planeta) hay una zona de esa unidad de almacenamiento donde hay una configuración de magnetizaciones determinada que guarda la información de esta criptomoneda. Es básicamente la única materialidad que hay con respecto a las criptomonedas.
Como comentas, hay ciertas características del mercado de criptomonedas que se han observado durante varios años, y una cosa que pasaba era que siempre en los últimos años se observaba que a principios de cada año había una caída en el valor de los Bitcoins, entonces ya la gente estaba esperando que este año ocurriera. Cuando esas cosas pasan, eso en la teoría económica se le llama “Profecía autocumplida”, no es que realmente haya una razón para que pase, pero si todo el mundo cree que va a pasar entonces ocurre.
Lo curioso de este año es este movimiento que hizo Elon Musk, que compró casi mil millones de dólares en criptomonedas. Ahora mi pregunta es, ¿por qué hizo esto? La explicación que yo tengo es que a mi me da la impresión de que esto fue una operación que en finanzas se conoce con el nombre de “ponerse largo” o es una “posición larga”, esto es: él compra ahora, bajo la suposición de que su propio movimiento va a impulsar a la alza a los precios, entonces en el futuro el va a poder vender con ganancia.
[Tania Aedo]: Esto me lleva a preguntarte si consideras que como ciudadanos o consumidores ¿estamos a merced de la economía? o si ¿podemos tener algún grado de agenciamiento, por ejemplo a través del consumo responsable, la creación de economías alternativas o algún otro mecanismo que nos sirva para transformar positivamente a la economía? ¿Nos puedes compartir algún ejemplo interesante en este sentido? Y también me gustaría preguntarte ¿qué cambios observas en la relación con el dinero-economía en las nuevas generaciones respecto a sus padres o abuelos?
[Ricardo Mansilla]: Desde la época del contrato social de Rousseau ya nosotros estamos de alguna forma inmersos en una red de conexiones que se ha ido haciendo cada vez más compleja, por lo tanto más densa en nuestras relaciones sociales. El concepto de privacidad como lo conocíamos yo creo que ya dejó de existir y no va a regresar, es decir, lo que entendíamos antes por privacidad ya no existe, básicamente porque nosotros vamos dejando un rastro digital en la mayoría de las cosas que hacemos.
Si entras a internet y buscas algo, eso habla mucho de las cosas que te interesan, los mensajes de texto que mandes dicen mucho de las cosas que te interesan, dicen mucho de tus amigos, nos ayudan a conectar quiénes son tus amigos y hacer un perfil tuyo. Las búsquedas tuyas de internet también hablan de las cosas que nos interesan o a las que le temes.
Entonces uno está dejando rastro digital que puede ser utilizado para, de alguna forma, obligarte a tener cierto comportamiento. Yo creo que todavía hay maneras de evitar eso un poco, de tener un cierto grado de agenciamiento. Por ejemplo, evitar las transacciones digitales, si usted no vive en un lugar que es muy peligroso, pues entonces sacar dinero de una cuenta y realizar la mayoría de los pagos en efectivo, pues la verdad que es algo que te desconecta mucho de este sistema inquisidor que está siempre encima de nosotros. Otra cosa es no participar exageradamente en redes sociales, cada vez que tú le das retweet a algo y le das like a algo, de alguna manera estás expresando cuáles son tus preferencias, y como dijo un psicometrista, Michal Kosinski, que ha trabajado mucho en la psicología de las redes sociales, las redes sociales nuestras es un test psicológico que rellenamos voluntariamente, diariamente. En fin, pero puede haber muchas pequeñas acciones.
[Tania Aedo]: Sí que generan y que tienen consecuencias todos nuestros clicks, nuestros gustos, la expresión de ellos, los consumos que realizamos y que tienen una gran influencia en cómo se construye este complejo mundo en el que vivimos. En ese mismo sentido nos gustaría saber también tu opinión acerca de estas NFTs en la transacción de criptomonedas, y específicamente en relación con el mercado del arte. ¿Crees que esta gran rentabilidad que ha tenido el mercado del arte hasta este momento, y que ha sido para unos pocos, empiece ampliarse con estas NFTs? ¿Que estas transacciones que van directamente del artista, por ejemplo, al comprador, y cuál podría ser el futuro de este fenómeno? También me gustaría preguntarte acerca de esta condición o cualidad de las criptomonedas de ser un sistema, por un lado transparente, pero por otro lado preservar el anonimato.
[Ricardo Mansilla]: Los NFTs son las siglas de Non-Fungible Tokens, que quiere decir “Tokens No Fungibles”, tokens que no se pueden tocar, digamos, pero esta es la respuesta natural de mercado en una cultura que expande de manera irreversible su alcance al reino digital. Las tecnologías de blockchain han permitido garantizar legitimidad sobre sus obras a los creadores artísticos en el intangible mundo digital que es tan intangible. Por ejemplo, si alguien viene y te quiere vender un Picasso, la pregunta es ¿cómo tú sabes que el Picasso es auténtico? Tú tendrías que buscar especialistas, hay personas que hacen esto, entonces ellos tienen en cuenta un grupo notable de aspectos, sobre todo los trazos, la manera en que hacía los trazos Picasso, la vejez de la tela, del aceite que está sobre la pintura, si es que era un cuadro, las quebraduras que tiene esta pintura en la superficie, a veces los colores que usaba, la manera en que embarraba la pasta, porque la forma de embarrar la pasta también dice mucho acerca de los autores, en fin hay un montón de cosas, y por último, la firma.
Ahora, esto es muy fácil como un objeto físico, pero la pregunta ahora es, que este es el tema que habría que resolver, ¿cómo saber si una obra digital, por ejemplo de este artista que se le conoce como Beeple, es auténtica? Porque él en realidad lo que hace son obras digitales que están en formato JPG, por ejemplo, es decir, es un archivo gráfico, y entonces de ese archivo gráfico pueden haber un montón de copias, ¿cómo sabemos que la copia original, la primera que hizo él es la que tú tienes en la mano y es auténtica? Lo que pasa es que la tecnología de bitcoin, que es el sustento de las criptomonedas, permite resolver este problema y es la esencia de los NFT. Entonces esto ha hecho que muchos creadores artísticos que no recibían muchos dividendos de su obra, básicamente porque era digital, ahora tienen la oportunidad de legitimar a muy buenos precios sus trabajos, y no solo los artistas, por ejemplo, Jack Dorsey, que es el creador de la red social Twitter, tomó su primer tweet, el primer tweet de la historia que lo único que decía “Hi, I am Jack”, y lo acaba de convertir en un NFT y lo ha puesto a la venta. Tú puedes tener copias de ese tweet, puedes imprimir copias de ese tweet, puedes hacer lo que tú quieras, pero el tweet original de Jack Dorsey que estuvo guardado en su computadora, se acaba de convertir en un objeto cuya legitimidad es acreditable a través de las tecnologías de blockchain. Esto es algo que antes no se podía hacer.
Los creadores digitales están tomando en cuenta esto y lo que va a hacer es que el mercado del arte se expanda y que los especuladores no sigan jugando… se va a democratizar, si quieres que lo diga de alguna manera, se va a democratizar un poco porque va a sacar de circulación en cierta manera a los especuladores de arte. Ya hay muchos artistas que se están reuniendo en comunidades para defender su obra a través de la tecnología esta del NFT.
[Tania Aedo]: Y eso nos va a regresar a una viejísima discusión en el arte digital sobre el original y las copias, es muy interesante todas las conversaciones y los temas de las artes digitales que están volviéndose a poner sobre la mesa gracias a estos NFTs y está bien que se agiten las aguas un poquito para ver qué pasa.
Y hablando acerca del trabajo, hace poco tiempo en una conferencia que dio Bruno Latour en la Cátedra Alfonso Reyes, comentó que él veía el futuro de la economía en la economía informal, en la que, dice, somos expertos en México y América Latina, ¿qué opinión tendrías al respecto?
[Ricardo Mansilla]: Bueno, yo la verdad no creo que haya un regreso masivo a la economía informal ni mucho menos. Si hay un regreso a la economía informal, será como una suerte de vintage. Tú ves que recientemente, probablemente la última década o un poco más, muchas personas son proclives al consumo de productos orgánicos, a cosas que no sean genéricas, etc. Hay un regreso a la naturaleza de alguna forma, hay un regreso a la informalidad de la economía, a mi me gusta comprar en el puestecito de verdura, no quiero ir al súper porque creo que las verduras del puestecito tienen algo más autóctono, pero eso es vintage definitivamente, es mi punto de vista. Pero eso no va a detener la producción masiva de alimentos sin la cual la humanidad francamente ya no puede manejarse porque somos muchos millones, hay cosas con las cuales tenemos que transigir y más bien acostumbrarnos a ella o manejarlas y no rechazarlas porque la humanidad perecería sin la producción masiva de alimentos.
Esto me recuerda a una frase que escribió Goya en uno de sus dibujos cuando ya estaba entrando en su etapa romántica, en uno de los dibujos aparece la frase: “Los sueños de la razón crean monstruos”. Y expresivamente eso es lo que hemos hecho nosotros.
[Tania Aedo]: Sin duda. Pues muchísimas gracias por tu mirada, por tus ideas, por compartir esto que sin duda nos ayuda a asomarnos a lo que podría suceder en un futuro y esto que sin duda, la contingencia que nos tiene en este momento confinados o en una situación muy singular que no esperábamos y que parece que no estábamos para nada preparados para que sucediera, pues nos estamos haciendo preguntas que son muy interesantes y muy importantes. Muchísimas gracias por compartir con nosotros tu conocimiento y toda esta experiencia e información. Seguiremos conversando en el futuro. Muchísimas gracias.
[Ricardo Mansilla]: Gracias Tania, gracias a ti por invitarme y a las personas que nos oyen.
[Voz de la rúbrica]: Prototipos para navegar
[Tania Aedo]: Prototipos para navegar un futuro contingente es un taller teórico-práctico que explora la función del prototipo como laboratorio transdisciplinario. Preguntamos sobre cuáles podrían ser las futuras contingencias y qué roles podría tomar el arte en sus cruces con la ciencia, la tecnología y otros saberes y disciplinas.
La convocatoria, dirigida a jóvenes de 18 a 30 años, está abierta hasta el 3 de mayo, más información en: culturaunam.mx/catedramaxaub
Semblanza
Dr. Ricardo Mansilla | Cuba
Ricardo Mansilla es doctor en Matemáticas por la Universidad de La Habana y Maestro en Ciencias Económicas por la Universidad de Carleton Canadá. Ha sido profesor en la Universidad de La Habana, Paris XI (Orsay), Universidad de Moscú y la UNAM donde es investigador desde hace 21 años. Sus campos de interés son la Econofisica, la Sociofisica, el estudio de procesos electorales a través de internet y sus redes sociales y el Big Data.
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Prototipos para navegar
Qué sucede en los márgenes de las textualidades literarias, donde se renuncia a ellas y a través del experimento, la escritura deviene intermedial. O en sentido inverso, cuando la experimentación en otras disciplinas conlleva a la emergencia de textualidades aledañas a lo literario. Escrituras en código, juegos textuales, escrituras potenciales, especulativas, textos encriptados, variaciones, el juego como recurso en la creación, vínculos entre la ciencia, la escritura y la ficción, entre las diversas textualidades y la danza, la música.
En esta nueva etapa tomamos inspiración de las obras experimentales de Max Aub que emergieron a partir de procesos de escritura intermédiales y materialidades lúdicas, así como en la interdisciplinariedad de la práctica de este agente cultural clave en la cultura del siglo XX, cuya práctica atravesó medios, saberes y diversos ámbitos del conocimiento.
Tania Aedo
Anfitriona
Cátedra Extraordinaria Max Aub
Especialista en Arte, Ciencia y Tecnología. Realizó la licenciatura en Educación Artística en la Escuela Superior de Arte de Yucatán y cursó estudios de Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM. Fue directora del Laboratorio Arte Alameda y del Centro Multimedia del Cenart. Ha sido becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) y de la Fundación Rockefeller-Ford-Mc Arthur. Ha participado como ponente en foros internacionales: International Symposium on Electronic Arts (ISEA), RePerCuTe en la Universidad de California, Los Ángeles; y Artechmedia en Madrid, España. Ha colaborado en distintas publicaciones como Tekhné: Arte, pensamiento y tecnología (Conaculta, 2003). En 2010 formó parte del Programa de Alta Dirección en Museos. En la actualidad es la coordinadora de la Cátedra Max Aub. Transdisciplina en arte y tecnología de CulturaUNAM.