Punto ciego 1: Feminismos

Entre pintas y debates, centramos nuestra mirada en los feminismos. Convocando el 8M, este episodio reflexiona en torno a la fuerza que han cobrado las luchas de género durante la última década, además de los retos y las implicaciones que ha tenido la pandemia en la lucha feminista. Nos acompañan Rian Lozano, Lorena Wolffer, Restauradoras con Glitter y Natalia Millán de Brillantinas MUAC para abordar opiniones y enfoques desde diversas disciplinas del arte, todas con el mismo propósito y la misma consigna: #NiUnaMenos.

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  • Anfitrionas: Virginia Roy y Sol Henaro
  • Episodio: 1
  • Duración: 29:08
  • Etiquetas: #VirginiaRoy, #SolHenaro, #LorenaWolffer, #Feminismos, #NiUnaMenos

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Punto Ciego

Anfitrionas: Sol Henaro / Virginia Roy

Capítulo 1: Feminismos

Rúbrica:

Houston tenemos un problema, hay un descenso de presión a la entrada de nuestro nervio óptico. No vemos el planeta, necesitamos mayor claridad.

Punto ciego, los objetos están más cerca de lo que parecen.

Una deriva sonora sobre temas urgentes en el cruce del arte contemporáneo, con entrega mensual Sol Henaro y Virginia Roy, curadoras del MUAC te dan la bienvenida.

Punto ciego, un podcast MUAC, CulturaUNAM

Voz Virginia Roy:

Bienvenidas todas a este primer episodio, dedicado a los feminismos. Las luchas de género han cobrado gran fuerza en los últimos años y justo antes de COVID-19, veníamos de la apoteósica marcha del 8 de marzo. Para conversar al respecto y ver dónde nos encontramos ahora, hemos invitado a Rían Lozano, Lorena Wolffer y Restauradoras con Glitter junto con Natalia Millán de Brillantinas MUAC. Gracias a todas por acompañarnos en este espacio de encuentro sonoro.

Punto ciego

Voz Rían Lozano:

Ni una más, ni una muerta más. Con este grito, convertido en lema, acababa el siglo pasado en las voces de las madres, hermanas, amigas, que desde Ciudad Juárez buscaban a las miles de desaparecidas víctimas de este sistema feminicida.

Ni una menos. Con este nuevo grito, convertido ahora en hashtag, el movimiento feminista sacudía la región latinoamericana en la segunda década del siglo 21, desde el cono sur hasta llegar de nuevo a la frontera norte de México, aclarando una vez más que vivas nos queremos. Entre estos dos gritos, el que exigía parar el aumento de las cifras más macabras y el que revindicaba suspender la resta de números de mujeres vivas han pasado más de 20 años. En estas dos décadas el movimiento feminista latino americano, o mejor, los feminismos en América Latina, impulsados por el trabajo de todas las que nos precedieron, han adquirido una fuerza y una visibilidad inusitada, inundando las calles de pañuelos verdes, de cruces rosas, de brillantina morada, irrumpiendo e interrumpiendo las agendas políticas y sociales de países como Argentina, Chile, Brasil y desde luego México.

En nuestra región el movimiento tiene particularidades derivadas de la compleja historia colonial y de los tintes necropolíticos de nuestros presentes. El sujeto de los feminismos en América Lantina son sujeto multiple, con el que se conforma una comunidad multidimensional atravesada por la raza, el sexo, la clase y las enormes desigualdades establecidas entre el mundo urbano y el rural.

Las teorías feministas más clásicas, las más visibles hasta hace unos años, esas que todavía importaban preguntas provenientes de lugares situados más al norte se han visto enriquecidas y en muchos casos complejizadas por las miradas y los conocimientos generados desde el sur, mmm desde los sures. Así el feminismo en América Latina sólo puede ser contado desde la polifonía generada desde los feminismos comunitarios, el feminismo descolonial, el transfeminismo, el feminismo chicano, las propuestas queer. De este modo, las demandas por el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, los reclamos de igualdad o el derecho a tener una vida libre de violencia, se ven engrosadas y atravesadas por las exigencias igual de urgentes por la defensa del territorio, la lucha por restituir el sentido de lo común, el cese de la violencia colonial, la despatologización de los tránsitos corporales, la visibilidad de los cuerpos de las disidencia sexual de los no binaries, entre otros.

Como ha ocurrido con la historia de los muchos movimientos sociales en América Latina, la lucha política feminista, ha estado acompañada y en muchos casos incluso producida desde la práctica artística. En estos momentos de pandemias y desconciertos globales, los feminismos y los activismos artísticos feministas no acatan encierros, al contrario repuntan una vez más para recordar que las violencias hacia las mujeres, especialmente las mujeres racializadas, las pobres, las mujeres trans, los cuerpos con sexualidades no normativas, constituyen hoy en día tal y como señaló Silvia Federici, la marca cotidiana de una guerra no declarada también planetaria contra más de la mitad de la población.

Punto ciego

Entrevista Lorena Wolffer

Voz Sol Henaro:

Lorena Wolffer, gracias por estar con nosotras. Venimos de generaciones donde nos referíamos al feminismo, mientras que hoy hablamos de postfeminismo, transfeminismo, ecofeminismo, es decir, de feminismos. ¿Dónde nos colocamos frente al abanico y sus posibilidades más allá de los adjetivos y las categorías? ¿Qué piensas al respecto?

Voz Lorena Wolffer:

Digo, yo creo que los adjetivos hoy son indispensables, porque lo que hacen es que dejan claro y dejan de manifiesto dónde estás parada. De lo contrario puede haber como cualquier lectura de dónde estás. Es decir, enunciarte de esa forma es una, una manera de posicionarte. Yo en efecto sí hablo de feminismos porque además hay muchos feminismos y muchos feminismos que no conviven entre sí, que tienen diferencias irreconciliables . Y yo me defino como una transfeminista interseccional, ese es como, digamos el cúmulo de palabras que utilizo para referirme a mí misma, sobre todo de cara a esos otros feminismos con los que yo no puedo estar de acuerdo. No estoy de acuerdo para nada con las TERFS, con el feminismo radical que no considera que las personas trans sean personas, es decir, que aboga por ciertos derechos, pero niega otros. Para mí, los feminismos que me interesan son los que pugnan por la igualdad entre todas las personas, por y tomando en cuenta digamos las diferencias en términos de género, en términos de origen étnico, en términos de nacionalidades, sexualidad, etc, pero que abogan eso, que se plantean como una plataforma por y para la vida de todas las personas.

Voz Sol Henaro:

¿Podrías avanzar algunas reflexiones sobre cómo los feminismos han provocado transformaciones en términos de legislación? Es decir, ¿cómo impactan en las distintas luchas en términos de derechos? Pienso desde luego en el aborto libre, gratuito y seguro pero también en las terapias de conversión que recientemente fueron clasificadas como delito.

Voz Lorena Wolffer:

Estamos justo en un momento, en una encrucijada, donde se está discutiendo la legalización de la interrupción del embarazo a nivel nacional. Pero los feminismos en términos de legislación han logrado una cantidad de cosas impresionantes. Es decir, si hay un terreno en donde los feminismos en México han alcanzado a realmente subvertir las cosas, es en la legislación. El problema tiene que ver con cómo se aplica esa legislación, cómo se implementa y cómo la población exige su cumplimiento, pero en términos de lo que existe, la ley de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia en sus versiones, federal, local, digo, claramente la ILE (Interrupción Legal del Embarazo) también el matrimonio igualitario, ahora hace unos pocos días la legislación en contra de las terapias de conversión y de normalización. La Ciudad de México en particular ha sido una isla que fue poniendo el ejemplo frente al resto del país y eso, con un avance monumental. El problema de nuevo tiene que ver, como decía antes, con cómo implementarlo en términos de las violencias. Realmente el porcentaje de casos que se resuelven, o sea que corren su curso y que acaban con una sentencia es, o sea, es una cosa ridícula. Es menos del 3%, me parece, una cosa así. No quiero aventurarme en números porque no los tengo claros ahora. Pero, el enorme problema, y eso lo diría muy claramente mi colega Andrea Medina, una abogada brillante con quien trabajo, ella siempre habla de que la legislación son tres cosas; la legislación en efecto es la palabra, la ley escrita, pero es quien la implemente, o sea las personas que la implementen y la población que la exija. Y en México pues tenemos la primera. Hemos avanzado mares en la primera, y la segunda y la tercera son inexistentes. Tenemos peritos, magistrados, jueces y juezas que no se quieren enterar de la igualdad de género, que no juzgan con perspectiva de género más allá de todas las corrupciones y omisiones que sabemos que se cometen a diario y tenemos una población que en general no exige que se cumpla más allá de, y eso es digamos, regresamos un poquito a donde nos quedamos antes de la pandemia, más allá de las agrupaciones feministas. Es decir, en marzo empezaba a haber una ebullición que se paró de golpe porque llego la pandemia y la emergencia de pronto fue otra. Pero la realidad es que quienes exigimos la implementación de las leyes por la igualdad, somos en general mujeres y en particular mujeres feministas. Regresamos a algo que muchas abogadas, colegas y amigas señalan siempre, que vivimos en una cultura de simulación en donde las leyes sirven para simular y no para realmente garantizar un estado de derecho.

Voz Virginia Roy:

Tu producción artística ha operado desde las historias concretas, historias particulares, siguiendo la premisa clásica de “lo personal es político”. Ante la necesidad y la importancia también del posicionarse, tus piezas han visibilizado esas micro narrativas de vulnerabilidad. Pienso en tu proyecto, Afectos Ciudadanos, en donde trabajaste con la comunidad trans.

Voz Lorena Wolffer:

Partes del posicionamiento tiene que ver también con posicionarme del lado de lo queer, siempre. Ese posicionamiento entraña, por supuesto, pensarnos a las mujeres cis y a las mujeres trans como mujeres, entraña pensar los hombres igual y entraña pensar que hay personas no binarias, o personas que transitan y que fluyen entre ambas. En Afectos Ciudadanos cuando trabajé con la comunidad trans fue justo después del 2016, después de las enormes marchas del Frente Nacional por la Familia. El Frente Nacional por la Familia ha logrado en México, lo que no ha logrado ninguna organización de izquierda, es decir, ha logrado una respuesta multitudinaria de toma de la calle como ningún otro fenómeno político, esto lo digo con un lamento hondo. Después de las marchas del Frente Nacional por la Familia, en el 2016 empezaron a incrementar los asesinatos de personas trans y sobre todo de mujeres trans, en la Ciudad de México empezaron a registrarse muchas. Empezó ahí y ha seguido. Empezó con Afectos, en efecto, recabando las respuestas afectivas de diferentes amigas, algunas y otras, amigas de amigas, y después ha continuado por ejemplo en Estado de emergencia, cuando trabajamos también con mujeres trans. Uno de los puntos, el Estado de emergencia estuvo dividido en cuatro puntos, dos eran puntos en los que sucedía un feminicidio y un transfeminicidio. En el caso del transfeminicidio, trabajamos con Kenia Cuevas que es quien ahora dedica su vida a la defensa de las mujeres trans después del asesinato de Paula Ledezma y Alessa Flores. Y bueno, ha sido un proceso de acompañamiento que no necesariamente, regresando al tema de los feminismos, es del todo bienvenido en algunos feminismos. Para mi es central, y para mí la alianza de las mujeres todas es indispensable, es decir, más allá de, o no solo más allá de, sino tomando en cuenta las diferencias y celebrando las diferencias, partir de una lógica de que somos comunidades de cuidado, cuidarnos entre nosotras.

Voz Virginia Roy:

Pensando en cómo nos encontramos ahora y de qué manera la pandemia ha implicado el regreso de la mujer a la casa, es un hecho que se está reformulando el espacio doméstico, este espacio de confinamiento. Me gustaría que nos hablaras de tu proyecto: Historias propias desde casa, un proyecto en el que haces un llamado a mujeres para que compartan sus espacios de convivencia y de encierro.

Voz Lorena Wolffer:

Historias propias tiene que ver con recabar las historias de personas de identidad no normativas. Inició en la Ciudad de México y se ha expandido a otros lugares en diferentes momentos. Con la llegada de la pandemia pensé que era indispensable escuchar las historias de las mujeres, de las niñas y de las jóvenes adentro de sus casas. O sea, qué es lo que nos está pasando, cómo estamos viviendo este confinamiento y en el caso de las mujeres en México implica además, un doble muro, porque si de por sí las mujeres ya estamos en un estado de alerta y de restricción permanente en un país feminicida, es decir, lo poco que podíamos salir con la cantidad de precauciones, no sé para quienes tenemos hijas en lo que eso implica, el regreso a la casa anula eso poquito que había. Es una cosa encima de la otra. No es la misma experiencia de alguien que puede caminar de una forma más o menos segura por la calle y que de pronto esté obligada a regresar a su casa. Entonces, es una recolección de imágenes y de textos de las experiencias de mujeres, hay de todo.

Voz Sol Henaro:

En el ámbito que no es sólo gramatical inclusivo, si no ante todo político, ¿apelas a todas, todos, todix, todes?

Voz Lorena Wolffer:

Depende de qué estemos hablando. Si hablamos de mujeres pues sí, todas. A mí me gusta la “X” que se dice todes. Pero yo en general cada vez más, creo en hablar en femenino como una estrategia política de visibilización. Es decir, para mi el todas, puede resultar mucho más potente, que todes, si bien el todes es incluyente. Para mí, hablarnos en femenino está bueno, está bueno casi como un ejercicio lingüístico de, a ver, conjúgalo durante un día, vamos a hacer un ejercicio de un día en donde todo el día te refieras a ti misma en femenino, seas lo que seas, seas hombre, seas mujer, seas una persona no binaria, seas lo que seas.

Voz Virginia Roy:

Pues muchas gracias Lorena, gracias por tus reflexiones, que abonan seguro a la discusión sobre cómo visibilizar y responder a la coyuntura actual y de qué manera mantener la lucha de género en la que nos encontramos. Gracias por tus palabras, un abrazo.

Punto ciego

Fragmento musical:

Ya nos cansamos de esperar bajo las sombras. Ya no caminamos detrás de nadie, ahora caminamos junto a nosotras. ¡Abran paso! Porque estas mujeres, ya no dan ni un paso atrás. ¡Ni una menos! ¡Ni una asesinada más!

[Incómoda, manifiesto feminista interpretada por Mare Advertencia Lirika, album Siempre Viva]

Punto ciego

Entrevista Restauradoras con Glítter

Voz Sol Henaro:

Con nuestras voces, la de Natalia Millán de Brillantinas MUAC y la mía Sol Henaro, damos la bienvenida a Sofía Riojas, de la colectiva Restauradores con Glitter. Sofía, gracias por acceder a esta conversación. ¿Puedes contarnos cómo es que surge Restauradoras con Glitter a raíz de una movilización feminista? Nos interesa saber qué les llevó a politizar su práctica profesional para defender y reflexionar sobre otros motivos de intervenir y entender el patrimonio.

Voz Sofía Riojas:

Muchísimas gracias por la invitación, para nosotras siempre es un momento de mucha emoción poder compartir nuestra experiencia y lo que hemos transitado también a partir de agosto del año pasado. Nosotras nos conformamos como una colectiva a partir del 21 de agosto de 2019, precisamente después de la manifestación del 16 de agosto. Nosotras no estábamos organizadas como colectiva ni nada, francamente coincidimos más bien en las prácticas profesionales y lo que sucedió fue que a partir de la respuesta a la manifestación del 16 de agosto, la vimos como una reacción condenatoria y de criminalización de la protesta feminista de ese día del 16 en el basamento del mal llamado Ángel de la Independencia, ahora resignificado como La Victoria Alada. Nosotras vimos que había toda esta reacción en contra de la manifestación, en contra de estas pintas que se colocaron en el basamento y lo que decidimos, pues, siendo un gremio formado por un 80% más o menos de mujeres, mujeres profesionistas, que nos dedicamos en diferentes ámbitos a la protección de las herencias culturales en el país, pues decidimos salir a levantar nuestra voz. Decir sí, nosotras entendemos que ahora a todo el mundo le preocupa los monumentos históricos pero creemos que es mucho más importante darle un espacio, una voz, a lo que se está diciendo en esta protesta, que es decir, que en este país están muriendo en ese entonces, en manos de asesinos por una cuestión de género 9 mujeres al día, ahora la cifra terriblemente ha aumentado en los últimos meses y nosotras salimos a decir: las paredes y las piedras se pueden limpiar, se pueden restaurar, pero las vidas de las mujeres que han sido violentadas no. A pesar de que nosotras dedicamos nuestra vida, nuestra pasión, nos entregamos totalmente a nuestro quehacer profesional, podemos distinguir de una manera muy clara qué es prioritario, que es la vida. Es la vida de las mujeres, es la lucha de que todas podamos tener la certeza de vivir, en un país donde gocemos de esta seguridad y de esta libertad que este monumento tan significativo en la Ciudad de México representa.

Voz Sol Henaro:

Me parece que la consigna primero las mujeres, luego las paredes, sintetiza su posicionamiento. Algo que la colectiva ha mostrado es que no se quedaron en el orden de lo simbólico, si no que abrieron venas para dialogar y proyectar el marco para generar la documentación y la memoria sobre esas intervenciones. ¿Nos puedes platicar un poquito de esa operación?

Voz Sofía Riojas:

Pudimos sentarnos a la mesa con la doctora Claudia Sheinbaum para ponerle nuestras peticiones en la mesa. Fuimos atendidas por la Secretaria de Cultura de la Ciudad de México y también por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura para gestionar que nos dejaran hacer el registro de la manifestación como un momento histórico de la lucha feminista en México y decir esta es la memoria que nosotras tenemos. Tenemos derecho a escribir nuestra propia historia, tenemos derecho a contarla desde nuestra trinchera, que no solo sea como esté escrita por los medios hegemónicos, si no que la lucha tiene también una voz, un simbolismo y eso es lo que buscamos rescatar. Al mismo tiempo empezamos una labor, que ha sido titánica la verdad, de establecer esta conversación con los medios de comunicación. Nos parecía realmente muy grave que de pronto empezaran a salir tantos encabezados que criminalizaban la protesta, diciendo: esto es vandalismo, destruyen y no sé qué. Y a la noticia, que es lo que le da pie a la protesta, no se le da cabida, nunca ocupa un titular, nunca ocupa ningún espacio de diálogo, de discusión, y nos parece eso. A la fecha nos sigue pareciendo que eso es escandaloso cómo es que se le da todo ese espacio a señalar de una manera denostativa y negativa a la protesta, pero no se atiende de manera cabal ni especial a qué es lo que genera esa protesta. Cuando uno ataca un problema en algún bien cultural, lo que hacemos es atender la causa, no el deterioro, o sea nos vamos a este sentido causal de las cosas. En este momento es lo mismo. Lo que se puede ver como alteración en el bien cultural son las pintas, pero la causa es lo que está detrás. No vamos a retirar esta parte de las alteraciones, hasta que no se atienda de manera completa y cabal lo que está detrás, que es una violencia sistémica en la sociedad mexicana.

Voz Natalia Millán:

Sofía muchas gracias por estar con nosotros y compartirnos este proyecto de resistencia y memoria tan importante para nuestro país en un momento tan álgido. Mi nombre es Natalia Millán y llevo el proyecto de mediación digital con perspectiva de género, las Brillantinas MUAC, que se aloja en Instagram y que da lugar a prácticas y luchas feministas. En ese sentido invitamos a las Restauradoras con Glitter para hablar sobre lo que ha pasado desde que salió su comunicado en septiembre de 2019. Me gustaría que nos compartieras ¿qué han decidido hacer con todo este archivo documental que recopilaron? y ¿cuál va a ser el siguiente paso para este acervo?

Voz Sofía Riojas:

En primer lugar, nos parece que este registro tiene que estar a los ojos de todas. Es complicado pensar en un acervo documental de memoria feminista porque tendríamos, no solamente que recuperar esta parte pictórica que hemos registrado con nuestras cámaras y aparatos súper especializados, sino que también conlleva hacer un análisis de discurso. Un análisis de discurso profundo en el cual hay que recuperar un montón de voces que, una vez que nos acercamos a lo que nos están diciendo estas pintas son súper diversas incluso contradictorias, como lo pueden ser también los feminismos. No hablamos siempre desde el mismo lugar y eso a nosotras nos plantea un reto de cómo compartir esta información que hemos recopilado, de la cual por supuesto no somos propietarias intelectuales, porque es una expresión cultural de una protesta. Estamos en esta etapa de ya de haber terminado de sistematizar toda esta información, y nos planteamos este momento de cómo compartirlo para que quepan todas estas lecturas, para que pueda ser interpretado por los diferentes grupos, para que pueda estar al servicio.

Voz Natalia Millán:

Es muy interesante discutir y sobre todo en colectiva el quéhacer de un archivo que contiene pintas de demandas que aún no se resuelven, pintas que básicamente están frescas de una lucha que continua viva. Por ejemplo, una petición en su comunicado es la restauración del tejido social a partir de la cultura. ¿Sientes que en este año que ha transcurrido, se ha visibilizado de alguna u otra forma la restauración de este tejido social o piensas que la cultura tanto como la sociedad sigue estática ante las acciones de un estado feminicida?

Voz Sofía Riojas:

Yo creo que está gravísimo, ¿no? A mí me parece genial lo que ha sucedido en términos del movimiento como lo vimos en el 8M, esta manifestación que de solo acordarme me pone china la piel, un despliegue maravilloso de mujeres tomando los espacios públicos. Y de pronto nos sucede esto a nivel global y nos tenemos que replegar a nuestros espacios íntimos, donde resulta que puede estar nuestro peor enemigo. Creo que nos sigue planteando muchos retos a nivel social y cultural. Entonces, en ese sentido, creo en que permanezcan las pintas en el basamento como parte de su historia y como parte de una pugna de un grupo que siempre nos ha llamado minoritario y que en realidad resulta que somos el 52% de la población del país que vivimos estas condiciones tan dramáticas en la espera pública y en la esfera privada.

Voz Natalia Millán:

Sofia, una reflexión muy interesante en su comunicado es la idea de que un monumento se vuelve inútil cuando no se ocupa. ¿Para ustedes qué significa un monumento útil o un monumento que valga la pena preservar?

Voz Sofía Riojas:

Esa parte salió de una serie de señalamientos que encontramos en redes sociales y en medios escritos que decían: ¿por qué se meten con nuestra memoria, con nuestros monumentos, con lo que representa a México? Y nosotras, justamente hacíamos la reflexión hacia el interior de nuestra disciplina, y decíamos: ¿qué significa en realidad un bien cultural? ¿Es un bien que se encuentra congelado, aislado, o que se encuentra en la interacción con la sociedad? Nos parece mucho más interesante desde nuestro quehacer-disciplina, enfrentarlo, pensando que son bienes, que no son estáticos, sino que son dinámicos, que tienen todos estos diálogos de tensiones, y de resignificaciones con respecto a las sociedades presentes.

Voz Sol Henaro:

Sin duda es una discusión abierta que tiene que ver con ejercicios de poder sistemáticos y con la reflexión crítica en torno al uso del espacio público, el monumento, el patrimonio y nuestra dosilidad o no, frente a ello. Efectivamente hay una discusión que nos interpela y que es atravesada desde luego por la pertinencia de los femismos en nuestro presente, una discusión que no está ni cerrada, ni concluida. Te agradecemos tu tiempo en representación de Restauradoras con Gliter y aquí seguimos, acompañándonos sin duda.

Punto ciego

Fragmento musical:

Tuve que quemar la cama, tuve que quemar la sábana, tuve que quemar la almohada, tuve que quemar la foto de mi mamá, na na na na na, tuve que prender fuego al balcón, tuve que quemar la cúpula del Congreso de la Nación, ¡Yo! Tuve que quemar el Messenger, tuve que quemar todo el ayer y el anteayer, tuve que prender el gas, tuve que explotar…

[Tuve que quemar interpretada por Sara Hebe, album La Hija del Loco]

Créditos:

Agradecemos a Rían Lozano, Lorena Wolffer y Sofía Riojas de la colectiva Restauradoras con Glitter por su participación, así como el apoyo de Resistencia Modulada y a las Brillantinas MUAC, especialmente a Natalia Millán.

La presencia sonora de este podcast es cortesía de Arcángelo Constantini, bacteria.org.

Logística y asistencia de producción: Mariana Camargo, Carolina Condés y Daniela Merediz.

Presentación y cierre por Joana Palomino

Gestión de Medios: Ana Cristína Sol

Revisión editorial: Vanessa López

Asesoría de contenido: Ekaterina Álvarez

Idea, locución, guión y producción por Sol Henaro y Virginia Roy

Fragmentos de música:

    • Tuve que quemar interpretada por Sara Hebe, album La Hija del Loco
  • Incómoda, manifiesto feminista interpretada por Mare Advertencia Lirika, album Siempre Viva

Revisa nuestro hashtag #MUACdondeEstes y consulta nuestra programación en muac.unam.mx, programa Pódcast, así como nuestras plataformas digitales.

Escuchaste Punto Ciego, los objetos están más cerca de lo que parecen. Un pódcast MUAC, Cultura UNAM. Punto ciego.

[FIN de Podcast]

Punto ciego

Los objetos están más cerca de lo que parece, un punto ciego ocurre cuando no podemos percibir lo que está cerca de nosotros: es la zona que nos impide ver partículas flotantes y acontecimientos que nos interpelan. Desde el arte contemporáneo, este espacio sonoro busca amplificar voces y enfatizar realidades con las que convivimos. Cada episodio es un diálogo sobre cómo el arte responde a determinadas coyunturas culturales, sociales y políticas, mediante procesos de trabajo, investigación artística y otros modos de extender las prácticas actuales.

Virginia Roy y Sol Henaro

Virginia Roy y Sol Henaro

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