Dramaturgia: Mariana Giménez y Gabriela Guraieb
Inspirada en Un tranvía llamado deseo de Tennessee Williams
Dirección: Mariana Giménez
En casi todo lo humano se expresa la lucha de poderes, ese inevitable impulso de “poseer para ser” que separa a la humanidad en poderosos y oprimidos. Si hay un personaje dramático femenino que ha cautivado a generaciones es la Dubois de Williams, la heroína de la fragilidad. Puerto Deseo parte de un planteamiento subversivo: en nuestra versión, Blanche es hombre y homosexual. Revisitar Un tranvía… a través de esta provocación nos desafía a explorar el territorio del deseo desde otra perspectiva. La historia se desarrolla en una casa okupa, un espacio de resistencia que será invadido por el espíritu misterioso de esta ventana al mar que abre Mariano, quien, con su llegada, pone en crisis a esta pequeña comunidad. En una sociedad que niega la diferencia e impone un modelo único de identidad y expresión, que exige productividad cuando sólo ofrece precariedad, ¿qué ocurre cuando se pone a prueba la supervivencia y se subordina el deseo, la pulsión natural propia de todos los seres humanos? La violencia de esa represión se expresa con más violencia: venganza, revancha e invisibilización. En Puerto Deseo ponemos a prueba otras narrativas interdisciplinarias que complejizan el discurso: el uso de música en vivo y las artes visuales como elementos ejecutados por los mismos actores y actrices. El código escénico habrá de ser construido y destruido para descubrir, finalmente, qué hay detrás de las ruinas. La violencia anida en el miedo, en el terror de verse rebasado, seducido y disuelto por ese otro que no soy yo, que siendo distinto provoca y amenaza: el diferente que hay que aniquilar. ¿Qué harán las futuras generaciones con esta herencia sublime y espantosa? ¿qué hacer con la inevitable violencia que anida en lo más profundo de nuestro ser? ¿cómo entregarnos al amor sin que seamos aplastados, pisoteados, desaparecidos? La esperanza crece en la grieta, ese milagro que resiste y se expresa en un acto de desafío, de valentía y libertad.