En muchos lugares de México hay carnavales y otras fiestas. En casi toda la geografía del país, maquiladoras y otras industrias. Danzantes del alba se pregunta cómo se relacionan las formas del gozo con las rutinas del trabajo. Una multitud de imágenes converge en esta pieza, que es tanto un carnaval fantasma como la confección de un traje festivo hecho con cientos de retazos materiales, afectivos, políticos, narrativos e inconscientes.
Danzantes es una pequeña máquina que danza y trabaja, que recorre México entre refugios para migrantes, maquiladoras, prisiones, edificios abandonados, pequeños pueblos, caminos y fiestas. La exploración contemporánea del trabajo es una pregunta por los modos de explotación en el ocaso del neoliberalismo. El trabajo, los cuerpos, las máquinas, las vidas, los objetos. Danzar y coser son los dos actos fundantes de esta pieza. Voces que surgen de relatos y visiones; trajes creados como un homenaje a los fragmentos de la materia y la historia.