La inocencia de las bestias, exposición de Fabian Cháirez en el marco del 37 Festival Internacional por la Diversidad Sexual (FIDS)
La propuesta artística de Fabián Chairez (Tuxtla Gutiérrez, 1987) está atravesada por el contexto histórico y social de inicios de los 2000 en la región fronteriza de Tuxtla Gutiérrez en Chiapas, un periodo en el que manifestaciones políticas y estéticas en torno al género y sexualidad se hicieron presentes. En este sentido, podríamos definir la trayectoria del artista en tres periodos importantes: por un lado, la exploración plástica del retrato desde la erotización del cuerpo homosexual afeminado; por el otro, la elaboración de narrativas pictóricas en torno al cuerpo racializado a partir de la iconografía de las mariconas morenas y la iconoclasia de personajes del mundo androcéntrico; a su vez, la selección presente en esta exposición que materializa la exploración y creación de un submundo de ficciones y narrativas que surgen de la apropiación hacia una cultura rígida como el fútbol.
La inocencia de las bestias por lo tanto, tiene como eje conceptual y estético la problematización de la puesta en escena del fútbol y lo que esto supone en términos de la masculinidad, feminidad e infancia. El cuerpo de obra está conformado por formatos de pintura e instalación a través del uso de color, retratos ficcionales, alegorías culturales y figuras animalizadas que han detonado históricamente imaginarios y simbologías de virilidad, potencia, competitividad y violencia. El título responde a metáforas de la masculinidad y narrativas mitológicas hacia quienes se fugan y encarnan el desbordamiento del entramado patriarcal.
Dentro de este submundo de las bestias, podremos conocer escenografías y personajes en torno al parentesco como el padre ausente, madre presente e infante; la configuración del equipo como una forma de rendir culto y la constitución de cofradías entre hombres; el uso de animales como metáforas que parten del espectáculo de lo masculino y la representación de la visceralidad sexual y erótica. Todas estas significaciones conservan una paleta de color apegada al tiempo presente del artista, de procesos íntimos y de confrontación de un lenguaje oscuro, teatral, dramático y de noche, a partir de un fetichismo hacia lo figurativo y apropiación de la pintura clásica como una alternativa a la producción artística contemporánea. Finalmente, para Chairez lo técnico es la excusa para materializar el concepto, por lo que podremos apreciar que esta serie, si bien es una revisión histórica y simbólica del futbol, también es un intento por presentar las variaciones estéticas y vivenciales de su archivo artístico que ha conjugado a lo largo de once años, donde definitivamente traza una corriente estética en la historia del arte homosexual e influencia a generaciones de artistas contemporáneos en México.
Rojo Génesis