De Mónica Hoth y Claudio Valdés Kuri
Dirección: Claudio Valdés Kuri
“Aquél que entiende el principio de vibración, ha captado el cetro del poder” El Kybalión
La competencia nos conecta con los instintos más básicos de supervivencia, nos coloca en una condición límite, en la que tenemos que poner a prueba nuestras capacidades. Por más sofisticadas que sean las circunstancias de una competencia, nos remite inevitablemente a lo más primigenio: el proceso natural de la selección de las especies, donde impera el más apto y los demás ocupan su lugar correspondiente en la organización grupal.
Por su naturaleza, la competencia exacerba todas las emociones. El resultado deja siempre a unos cuantos exaltados de grandeza y una gran ola de frustración. Pocos obtienen la codiciada presea, pero todos los contendientes salen vencedores al tener más información sobre sí mismos: se conocen al revelar su humanidad en situaciones límite y los nuevos horizontes que se abren con la victoria o la derrota.
Bajo estos conceptos, Triple Concierto habla sobre la confrontación entre el anhelo y las limitaciones técnicas; la música y la capacidad de expresar la dimensión más íntima del ser; el extravío de la voluntad de elegir lo que escuchamos del entorno y de nuestros pensamientos; y que todos, sin excepción, tenemos capacidades que nos hacen distintos, únicos y singulares, en el gran concierto de la vida.