Un video de un hecho visual fortuito, el deslizamiento de gotas de lluvia en la ventana de un tren en movimiento filmado en los trayectos realizados por el artista Jorge Macchi (Buenos Aires, Argentina, 1963; vive y trabaja en Buenos Aires) desde Lausana hasta Milán, derivó en TRain (2019), obra realizada en colaboración con el percusionista, compositor y artista sonoro argentino Edgardo Rudnitzky, que se presenta a partir del 7 de octubre en la Sala10, el espacio virtual del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).
Esas gotas, ante los ojos del artista, “produjeron un milagro modestísimo: empujadas por la velocidad, caían en diagonal formando trazos en el vidrio y dibujando delicadamente un perfil análogo a las montañas en el paisaje de fondo. Rápidamente, el artista hizo el gesto que se ha convertido en sinónimo de testificación: tomó su teléfono y filmó un video de esa visión. No se trataba de fabricar un reflejo o una imagen, sino de capturarla antes de que los movimientos fortuitos del tren y el agua hicieran desaparecer ese paisaje autogenerado”, comenta Cuauhtémoc Medina, curador de este proyecto.
“El trazo de la gota”, agrega, “ofrece una presentación de hechos visuales y materiales mínimos, ajustada a la forma en que Jorge Macchi propone un arte de prodigios cotidianos. Para completar la imagen, el artista recurrió, como ha hecho muchas veces en otras obras, a la cooperación del compositor y músico Edgardo Rudnitzky, quien la musicalizó con un ejercicio atinado de montaje: una composición que, como la gota de agua, avanza linealmente, se corta de manera súbita y luego se abre en una armonía para mantener la tensión del espectador sin desplegarse en un relato sonoro autónomo”.
La aparente inmediatez de la obra contemporánea
“Con frecuencia, los enemigos del arte contemporáneo proponen que la aspiración de simplicidad e inmediatez de apropiación de la realidad es prueba de la renuncia a la dificultad y habilidad técnicas”, señala Cuauhtémoc Medina, “pero un video como el de Macchi y Rudnitzky argumenta precisamente en sentido contrario: su destreza se basa en cómo su artilugio asemeja un mero encuentro con ‘lo real’. Esta obra apropiada habla del grado de refinamiento y técnica que involucra la aparente inmediatez de la obra contemporánea. El acto de registrar un hecho fortuito implica una acumulación de experiencias y pensamientos”.
Al poner título al video, Macchi juega con la yuxtaposición en inglés de los vocablos “tren” (train) y “lluvia” (rain), un procedimiento no del todo ajeno a los collages que tiempo atrás fabricaba al reunir tiras de texto impreso de periódicos y que, alineadas paralelamente, coincidían en el “nudo” de una frase hecha: Cuerpos sin vida (2003) o Víctima serial (2005), por dar dos ejemplos. Esa homofonía confiesa el carácter clave de esta y muchas obras de Macchi.
Encuentros infinitesimales
TRain pertenece al rango de los encuentros infinitesimales. Sugiere la habilidad, que el artista ha desarrollado, de caminar por la calle detectando con el rabillo del ojo pequeñas briznas de escritura, a la vez que encuentra en un cartón de desecho un patrón digno de redimir con la delicadeza de la pintura. El paisaje trazado o la gota en la ventana del tren hacen eco de un procedimiento que Macchi ha empleado en algunas de sus obras más celebradas: la búsqueda de patrones en la transparencia del vidrio.
Uno de los vectores constantes de su obra es la relación entre imagen y música: el modo en que la composición y la ejecución sirven como referentes de una nueva forma de arte centrado no en el ejecutante virtuoso, sino en el “oyente virtuoso” que es “capaz de escuchar música en todo momento”, menciona Cuauhtémoc Medina.
Macchi también plantea una constante interrelación que asume el sonido como una fuente de temporalidad y narratividad para el objeto visual y conceptual, y a la obra de arte más como una orquestación de múltiples elementos que como un objeto inerte. La variedad de colaboraciones entre Macchi y Rudnitzky atestigua la complementariedad de las preguntas de los dos artistas y la forma en que sus distintas disciplinas producen sinergia al explorar sus márgenes conceptuales y su campo metafórico.
“Estas notas no apuestan por ‘traducir’ ningún significado, uno de los placeres de las obras de Macchi es que escapan al tedio de la interpretación y la heurística, ya que refutan la intención de volverlas un símbolo. Son fenómenos que establecen experiencias inéditas, que aspiran a sorprendernos con la misma elocuencia que la capacidad de la gota de agua para pintar paisajes. Macchi busca activar el asombro que el espectador tiene en su propia contemplación”, concluye el curador.
TRain, obra de Jorge Macchi en colaboración con Edgardo Rudnitzky, se presenta del 7 de octubre de 2024 al 23 de marzo de 2025 en la Sala10, el espacio virtual del MUAC.
https://muac.unam.mx/exposicion/sala10-jorge-macchi-y-edgardo-rudnitzky